Con Maturana tuve yo una anecdota de estas que definen lo que es este club desde que los delincuentes desembarcaron en el. Estabamos viendo en Los Angeles de San Rafael un entrenamiento, y después bajamos al chiringuito que había en el pantano a tomar unas cervezas y confraternizar con los jugadores y las tías que les seguían.
A todo esto apareció un hombre con su hijo, ansioso este de autógrafos de sus idolos. Una vez conseguidos, junto con unas cuantas fotos, los de los jugadores, el padre, supono que por educación, le indicó a su pequeño vástago que se hiciera una foto con Maturana, a lo que chico respondió:
"¡No! ¡Con el negro no que va a durar dos días!."
En pretemporada estábamos.
En cuanto al entrenador yo tengo mis preferencia, pero sinceramente no querría que ninguno de los entrenadores de mi gusto vinieran ahora mismo aquí.
SALUDOS.