La iniciativa de conectar a las estrellas del primer equipo con la base no sé si es algo que se haya hecho desde siempre o si es cosa nueva (me parece algo cojonudo). Ahora bien, lo que puede transmitir un Gabi... uff, incomparable. Es un ejemplo de todo. De lo difícil que es llegar, de la virtud de no rendirse, de cómo aprovechar las oportunidades fuera sin olvidarse de volver a casa, de ilusión por defender unos colores. Es el mejor capitán posible: incluso mejor que Torres, que es ejemplo de otras muchas cosas. Porque no todos podemos ser Torres o Koke, genios, pero podemos aspirar a ser Gabi: la personificación del cholismo.
Y lo quieren vender por sucio dinero, para pagarse vicios en el palco, los muy desalmados. Cuando salga del campo en su último partido de jugador debería ir directamente a entrenar en nuestras categorías inferiores. Eso es crear identidad y legado, no cambiar el escudo por un logo inflable.