Van Basten: Marcos López no solo sabe mucho de fútbol, si no que para mi gusto, lo explica muy bien. Sabe lo que ve y ve muchas más cosas que cualquiera que habla en la tele, radio o periódico.
Lo siento, pero alucino. Conozco al personaje muy bien, desde el comienzo de Futbolitis en blogspot, y también en persona, cuando iba dando pena y vergüenza ajena por las salas de prensa como enviado especial de Terra Deportes, y ese calvo, además de un analfabeto funcional, es una auténtica lacra. Ahora, si tú consideras que repetir su docenita de frases hechas que no significan NADA (el salto de calidad, tira la diagonal, balón al espacio, movimiento táctico, juntar las líneas, etc, etc, etc) es saber de fútbol... Por si no lo sabes, este tipejo, allá por los comienzos de 2008 escribió un largo artículo contra Xavi Hernández al que consideraba principal culpable de la debacle del Barça de Rijkaard. "Xavi, la gran mentira" se titulaba aquella infamia de la que te rescato cuatro o cinco párrafos del "superentendido" para que conste:
"Xavi es incapaz de robar un balón ya
que su defensa es flotante. Está cerca de la pelota pero siempre llega
tarde y persigue sombras.
Para
Xavi defender es estar, aunque siempre tres décimas tarde, tres décimas
pero las decisivas, no interpreta el juego táctico y lo que es peor, no
actúa, es una sombra que acompaña.
Cuando
el balón le llegue ralentizará el juego, lo convertirá en previsible,
en tocar y tocar. Nunca la da al primer toque, no da pases verticales y
sus envíos de rosca son siempre hacia fuera, al pie. Sus muchos aciertos
en el pase parecerán una gran estadística, pero no habrán servido de
nada porque obligarán al delantero a regatear, el envío no superará
ninguna línea rival. El rondo de Xavi te asegurará posesión a costa de
convertirte en un perdedor previsible.
Es
difícil ver a Xavi dar una asistencia.Tendrán que ser muy claras y en
la frontal porque no abundan sus pases definitivos. Y, con el balón en
los pies, carece de físico y recorrido para batir línea en conducción.
Se
le pide al Barça que sea agresivo, voraz, hambriento de títulos, pero
la actitud de jugadores como Xavi impide alcanzar ese objetivo.
No
cumple ni como interior ni como mediocentro, sino sólo en las ruedas de
prensa con sus palabras bonitas, su cara de buen chico y su presunto
compromiso de segundo capitán.
La
gran pregunta es: ¿en qué grande de Europa sería ahora titular? Que lo
sea siempre en el Barça habla de la ausencia de competitividad y de
análisis profesional del cuerpo técnico a la hora de valorar el
rendimiento real de sus jugadores."