El Cholo es de esos entrenadores que, si por ellos fuera, no existirían los cambios. Prefiere un futbolista metido plenamente en el partido, aunque cansado, que uno de refresco. No entiende de cambios de jugador, sólo de cambios de posición. Ayer Salvio en la segunda parte le dice que está asfixiado, y qué hace, ¿cambiarlo? No, lo manda al centro y mete en la banda a Adrián, y hace lo propio con Gabi y Koke. Es ese tipo de entrenador.
Yo, efectivamente, habría metido a Assunçao por Tiago y a Perea por Salvio, pero nadie me dice que eso fuese a salir mejor. En cambio, con lo que se hizo, incluso tuvimos una jugada para matar el partido en ese robo de balón en el que Koke falla como un Diego cualquiera un pase vertical, franco, sencillísimo para Adrián, que acaba despejando Palop.