El estadio es una p.uta pasada. He estado a lo largo de mi vida en muchos estadios, más de los que recuerdo seguramente y ni en los estadios míticos, más míticos por lo que han visto esas paredes y ese césped que por su espectacularidad, me he quedado tan flipado al asomarme por primera vez a una grada.
Parecía realidad aumentada. Alto, muy alto, me recordaba una plaza cerrada, pero cerrada y recogido. El césped parecía una maqueta, muy cerca de los espectadores pero sin dar sensación de agobio en ningún momento. La visibilidad alucinante y la acústica de lujo. Es un estadio alucinante, por dentro y por fuera. Además está subido en una especie de montículo de césped que le da mayor espectacularidad a la llegada, como si se te presentara de repente en toda su magnitud.
En cuanto a lo que ha dicho Pereira, cierto... la organización le dio cien vueltas a Hamburgo y a casi cualquiera de las organizaciones a las que he podido asistir. Estaba lejo y era difícil llegar pero a la organización y al escenario no se le puede poner un pero.