Recuerdo el amistoso contra boca (lo vendieron como villa de madrid, creo), en el que se gestó la llegada de Perea: como corría el negrito la banda, lo recuerdo como si fuera hoy; fuimos al campo ocho o diez que estábamos trabajando en el aeropuerto, no sé si fué en uno de esos dias del tamayazo, más o menos por ahí fué.
Otro momento que recuerdo claramente fué cuando le anularon el gol contra el trampas: nos quedamos todos de piedra, porque el árbitro iba ya corriendo para el centro del campo para sacar, había dado el gol, pero entre helguera y salgado le comieron la cabeza y a mitad de camino del centro del campo lo anuló el muy cerdo.
De los regalos a tamudo, igualín y otros es mejor no acordarse en estos momentos; también me acuerdo el día que le dí la mano en Alcalá de henares: me pareció más flaco y fibroso que cualquier corredor de maratón, ja ja. .... que te vaya bien, majete, ja ja. Nadie te guarda rencor.