Óliver Torres y las cosas del Atleti
Lo prohíbe la UEFA. Y ya está, todos los atléticos contentos. Óliver Torres, la joya de la cantera, la ilusión del Calderón, otra irrupción contundente de 17 años en esa casa como la de Fernando Torres o el Kun, no jugará con el At. Madrid en Europa, no ha sido inscrito. Pero no pasa nada, los hinchas atléticos son de consuelo fácil. Lo prohíbe la UEFA y ya está. Sólo deja inscribir como futbolistas del filial a aquellos que, desde que cumplieron los 15 años, hayan permanecido durante dos años de forma ininterrumpida en el club. Ah, entonces vale.
El caso es que Óliver Torres lleva desde los 13 años en el Atlético, aunque a los efectos de la UEFA es un recién llegado. Cosas de los rojiblancos, que más que una cantera, tienen un entramado. El Atlético Madrileño en el que el centrocampista extremeño creció como juvenil pertenece al club rojiblanco, pero oficialmente no. En realidad, es otra entidad independiente. Un ardid para poder contar con dos equipos en la misma división. Detrás de esa pequeña e inocente chapuza están las razones por las cuales ahora el chico, la sensación del verano, no ha podido ser inscrito para jugar en Europa. No consta que lleve dos años seguidos en el Atlético desde los 15 años.
Es evidente que el Atlético no supo ver el jugador que se le venía. Su pecado, como poco, es de previsión, de buen ojo. O de conocer la reglamentación. Pero también de valentía. Porque la propia UEFA concede una solución sencilla, hacerle al jugador ficha del primer equipo. Óliver Torres está ya para el primer equipo, lo demostró al primer minuto en el que entró en contacto con los mayores. Juega aún mejor de lo que lo hacía con los de su edad (o se la superan por poco), organiza, manda, controla, se da la vuelta y pasa. Su talento se sale de la botella, se nota. Y el Cholo lo dejó dicho: “El fútbol no tiene edad, tiene momentos”. A Óliver le llegó su momento. Es verdad que ese paso lo volvería irreversible, que ya no podría jugar más con el filial. Y que conviene ir con cuidado, que sólo tiene 17 años. Los mismos que Torres y el Kun cuando irrumpieron con esa camiseta. ¿Alguien (aparte de Aguirre) habría intentado ponerles freno? Óliver pide paso. Para ya, para todo. El Atlético prefiere por ahora esperar, curarse en salud y renunciar al chico en Europa. Pero el fútbol de Torres va a otra velocidad. Corre mucho más deprisa. No está para perdérselo ni un rato.
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