Somos nosotros los que estamos cinco puntos por encima. Somos nosotros los que tenemos un enfrentamiento directo con el líder en dos semanas para echarle el aliento al equipo que más puntos lleva en la historia. Somos nosotros los que estábamos en el césped cuando se estaban jugando finales europeas hace nada. Somos nosostros los que hemos celebrado esos títulos europeos por las calles.
Ayer se perdió un partido complicado contra un equipo que da asco. ¿Frustante? Claro, como me da más gusto ganar a un Sevill decimoquinto que a un Levante tercero. Pero no pasa de ahí. Creía que ya habíamos dejado atrás el lastre de conformarse con ganar a los tramposos. Que se les gana, pues cojonudo. Si les ganamos en la segunda vuelta a lo mejor es más trascendente el partido y ya no valdrá de nada lo de ayer. Que se regodeen ellos con lo de los 14 años, y que nos dejen los tres últimos.
Una putada el partido de ayer, porque se pudo hacer más y porque se nos escapa un poco el primero. No creo que siga el Trampes esa progresión de puntos y si lo hace, pues ya está, pero seguimos dependiendo de nosotros y la semana que viene hay otro partido para que así sea. Y esa ilusión no nos la quita un partido con los tramposos oficiales. Y aunque estas cosas es muy fácil hablarlas a posteriori, si en Agosto nos dicen firmar ganarle al trampas y estar varios puntos debajo de ellos o perder y estar cinco por encima y perder, yo lo tendria claro.
Es una jodienda que el peor partido en lo que va de Liga lo hayamos tenido contra esta gentuza, pero ya está. Ya está bien de lo folclórico. Ya habíamos dejado el que alguno se empeñara en que nos creyéramos pequeños. Ya está bien de victorias morales, intentar justificar una temporada o darla por perdida por ganar o perder el derbi. Incluso me sabe bien que nos ganaran sin robo descarado, que suele ser también refugio de pequeños.
Nos enfrentamos por primera vez en mucho tiempo tratándonos de igual a igual, y los próximos partidos tienen que seguir mirándonos para ver qué hemos hecho y si nos recortan. Ahora, depresiones no. Pequeñeces, tampoco.
Ganar, ganar y ganar. Y después, volver a ganar. Hasta las narices de finales épicas de jornada 15 y presuntas victorias morales que no llenan vitrinas.
Estamos arriba y no podemos mandarnos nosotros mismos abajo. Estamos luchando con piedras contra dos equipos con cañones. Y ahí seguimos en pie. No podemos esperar que no nos hieran, pero tampoco podemos matarnos nosotros por un rasguño.
¿Volveremos ser campeones como el 96? Pues eso. Cuando nos sobró para regalar 6 puntos.
Edito. Y me encantaría sobre todo que lo pensaran los jugadores. Aunque estoy seguro de que el Cholo se encargará de eso.