Estoy
muy emocionado. La muerte de Luis me ha revuelto bastante. Me viene a la
memoria su primer gol en el Calderón, en aquel partido contra el Valencia que
acabó en empate; su trayectoria completa siempre con un trasfondo rojiblanco, y
algo que me cambió (yo creo que no solo a mi) la forma de ver el fútbol: el
dichoso partido de la final de la Copa de Europa contra el Bayern, con el gol
de Luis y el del empate de aquel jugador de nombre impronunciable. Aquel día interiorice
unas cuantas cosas: que cualquiera mete un gol, que los rivales han
perdido solo después de acabar el partido y no siempre, que la justicia tampoco
existe en el fútbol, y que el destino le debía algo a aquel hombre que había
marcado el gol que no valió una Copa que ya tocábamos y nunca más se nos ha
acercado.
Creo
que el destino nos ha ido echando a todos los que vimos aquello, donde le
ha parecido, es la vida, y ayer terminó la de Luis; y creo que el destino no ha
sido justo con él. Aquella Copa era nuestra a través de él, y tener
que soltarla no lo he (hemos) olvidado; con aquella no-Copa cambió nuestro
destino y mi forma de afrontar los partidos y los rivales; es casi imposible
que antes de un partido considere que el rival no nos merece; es casi imposible
el desprecio al contrario o a la suerte; es casi imposible decir que vamos a
ganar; y creo que la vida le debía a Luis, como al Atleti, otra cosa; algo tan
rotundo e incontestable que haga anidar en el ánimo el punto de certeza en el triunfo
final, que nos haga desafiantes.
Su
destino y el del Atleti fueron unidos muchas veces o paralelos pero no juntos
otras; y nunca le premio con la grandeza que él tenía; a veces pasó algo luego:
metió el primer gol del Calderón, pero empatamos, metió el gol de la no-Copa de
Europa, pero empatamos; eso sí, ganó Liga, Copa e Intercontinental con el
Atleti. Cambió el mundo del fútbol español, hizo un equipo, ganó una Eurocopa pero
no estaba en la Copa del mundo...y sin embargo nadie discute que sin él no se
habría ganado.
Luis
va a recibir más elogios ahora de los que recibió en vida, porque fue un
jugador de fútbol (y subrayo lo de jugador) enorme, con unos movimientos en el
campo y con la pelota, que deberían ser manual para infantiles, juveniles e
internacionales: pura inteligencia e intuición. El resto de su vida, fue más
fútbol, con esa personalidad que no dejaba indiferente a nadie. En el fútbol
español fue tan grande que hasta la nobleza le subió a recoger trofeos.
Pero
hoy, voy a intentar algo en su memoria y recuerdo: hoy, domingo 2 de febrero de
2014, contra la Real sociedad y en nuestra casa (su casa, la que el inauguró
con aquel gol de cabeza en el minuto diecinueve de la primera parte, en la portería
del Fondo Norte, en aquel partido que empezó a las 12,45 del 2 de octubre de
1966 y acabó con empate a uno con gol en la segunda parte de Paquito en la
misma portería del primero, y que terminó con el Atleti jugando con diez por
lesión de Adelardo), pues bien, hoy vamos a ganar. Por ti Luis y que se joda el
destino. Hoy ganamos; el partido y lo otro.
Tu vida ha pasado, pero seguirás vivo en el recuerdo de cada atlético. Siempre. Luis Aragonés.
El fútbol es un sentimiento que se lleva muy adentro...y se concreta en el Atlético de Madrid.