Martín Lasarte fue el entrenador que hizo debutar a Griezmann con la Real Sociedad.
Un jugador que el uruguayo siempre ha reconocido que “apareció por
sorpresa” en la temporada en la que los ‘txuri-urdin’ volvieron a
colocarse entre los grandes del fútbol español. A su padre futbolístico,
que actualmente dirige a La ‘U’ chilena, no le sorprende el gran rendimiento que está ofreciendo el galo en el Atlético de Madrid.
A nadie le puede sorprender lo que está haciendo Antoine Griezmann, ¿verdad?
No. Es cierto que igual todos seguimos viendo a aquel niño rubito,
de ojos claros. El otro día, por ejemplo, vi publicado un reportaje en
el que se le veía junto a Godín, al que yo también le tuve como
entrenador. Conociéndole me imagino la tabarra que le debe estar dando
pidiéndole que se cuide, que entrene, que tenga los pies en el suelo...
Pensaba en eso. Lo que para nosotros era un niño, porque de hecho lo
era, hoy es una realidad. Tiene 24 años, está en la selección de Francia y en uno de los equipos más importantes de España.
Ha estado un mes sin hacer goles, pero el otro día ya marcó. Vi el
partido y la verdad es que le vi muy bien. Para él será un partido
especial el de la Real. Pero yo, en ocasiones, le sigo viendo
como un niño, aunque ahora ya es un jugador con recorrido, instalado en
la elite del fútbol. No ha hecho otra cosa más que progresar.
¿A Martín Lasarte le ha sorprendido que en su primer año en un equipo
como el Atlético de Madrid esté dando semejante rendimiento?
Yo me acuerdo de una rueda de prensa cuando subimos de Segunda a Primera y me hicieron una pregunta muy parecida, de que si yo entendía que Antoine
estaba preparado. Yo estaba convencido de que estaba preparado. Podía
cometer errores de inocencia, pero siempre tuvo mucho desparpajo, mucha
personalidad. Es que han gastado más de 30 millones de euros por él. Uno
no paga ese dineral para ver si en el primer año funciona o no. Si lo
haces, tienes que estar convencido. Por la manera en la que juega el Atlético de Madrid no había chance de que Antoine no funcionara. Estaba claro que el Cholo le iba a hacer trabajar mucho. Además el ‘profe’ Ortega
también trabaja muy bien. En el momento en el que él no trabajara ese
era el único motivo que me podía hacer pensar que él no pudiera
triunfar. Por lo demás, estaba convencido.
Incluso el propio Simeone tardó en darle la alternativa...
Es eso. Todos allí le han dado un trabajo, una manera, una forma donde Antoine
se ha sentido cómodo. Al principio no era titular indiscutible,
entraba, salía... pero ahora es un futbolista fundamental y eso que
están otros como Mandzukic, al niño Torres... Mira, a Torres le siguen llamando ‘niño’ y tiene 31 años. ¿Cómo no voy a ver yo a Antoine como a un niño?
¿Qué significa para Lasarte, personalmente hablando, ver a Antoine Griezmann jugar al máximo nivel?
Me siento muy orgulloso. El otro día estaba viendo un partido del
Atlético con mis jugadores y alguno me pedía que no empezara con la
misma historia de siempre, de que yo le hice debutar... Uno se llena de
orgullo. Antoine tenía 17 años, más o menos los mismos que Illarramendi, que tampoco está en un sitio cualquiera. Me alegro mucho.
¿Qué es lo que nunca va a olvidar de aquella época cuando descubrió al jugador de Macon?
Lo de siempre. Las cosas hay que decirlas como son y no engañar. Antoine apareció por casualidad. El que fue citado fue Bingen,
pero estaba lesionado y apareció él y no dejó de hacer goles. Se
instaló en el primer equipo. Hay una anécdota con el póster para esa
temporada y Griezmann no iba a estar. No era profesional. Y yo le decía a
Loren hay que subirle ya porque va a ser la figura y no va a
estar en el póster. Algo no funcionaba. Yo le entendía, de querer
hacerle ver a los jugadores jóvenes de que les cueste alcanzar un
puesto, pero Antoine ya estaba jugando, hacía goles, era casi la
figura. No iba a pasar nada. Me acuerdo de otra anécdota del primer
partido de Liga en Primera División. Fue contra el Villarreal. Griezmann no fue titular porque apenas había hecho pretemporada porque había jugado un torneo con Francia Sub-20. Había un central muy duro. Le dije a Antoine
cosas que a mí me habían hecho y que como central me molestaban. Le
dije: ‘Si en algún momento te tira al suelo o te hace algo, coges un
trozo de hierba y se lo tiras. Lo hizo y el defensa le quería matar. Él
hacía todo lo posible para sacar ventaja. Aprendía todo, era una
esponja. Yo ahora le veo saltar de cabeza y veo saltar a Carlos Bueno.
Le enseñó a poner el cuerpo, a cómo tenía que poner los brazos.
¿Martín Lasarte fue más entrenador o más padre para Griezmann?
Hicimos el trabajo que teníamos que hacer para cuidarlo. Venía a
cenar a mi casa y le ponía partidos viejos. Seguro que le aburría.
Hablábamos mucho de fútbol. Muchas veces comíamos fuera. Era una manera
de cuidarlo, de protegerlo. Era muy pequeño y había que cuidarlo entre
todos. El vestuario también tuvo un papel importante, sobre todo los
capitanes Aranburu, Labaka, Prieto y Claudio Bravo
echaron una mano en la labor de control. Cuando en algún momento las
cosas no le gustaban sí aparecía ese carácter de indolente que todos los
jóvenes tiene cuando son figuras, pero él le daba la vuelta rápido.
Hubo una época en la que se hablaba mucho de que si salía por ahí y yo
pensaba: ‘Pero si tiene 19 años, qué va a hacer’. Le decía mucho que
tenía que saber escoger bien, los días, los momentos. Hubo una simbiosis
entre una figura paternal y la del entrenador.
¿Cree que Antoine ha tocado techo?
Todavía puede dar más.
Fernando Torres. En su despedida.“Cuando lleguen los malos momentos, cuando desde fuera quieran dividirnos y decir que las cosas van mal, en esos momentos que seguro que llegarán, me gustaría que recordarais el orgullo que sentís ahora. Todos somos uno. Eso es ser del Atleti”.