Replicante: No carece de importancia porque una de esas patochadas (los silbidos son fruto de las patochadas y no al revés) te puede costar un gol y meter en un partido a un equipo al que habíamos sacado del mismo en el minuto 9. Lo de la posición ya me lo contarás porque es la misma en la que jugó en la vuelta contra al Chelsea el año pasado con un rendimiento más que notable con lo que me inclino a pensar que sus fallos si son fruto de la indolencia y de sobrarse un poco cuando cree que el partido está resuelto.
Ninguna de esas patochadas, como lo llamas tú, balón perdido se llama si lo hace otro, acabaron en nada que se asemejase a un peligro. ¿Que podían haber acabado en gol y haber perdido 2-3? Pues sí. Y al intentar corregir una de esas patochadas se podía haber lesionado Miranda, y al hacer un aspaviento frente al televisor se podía haber lesionado Godín, y al sacar el balón del fondo de las redes le podía haber dado una lumbalgia a Oblak, y ante el cúmulo de horrores un infarto al Profe Ortega. Poder, lo que se dice poder, pues sí, podía haber pasado. Pero lo que pasó fue nada, sólo darle la oportunidad a sus fans de dedicarle unos silbidos, que tenían ganas, que en su última titularidad en el Calderón desgraciadamente no se pudo, contra el Leverkusen, porque al hijoputa le dio por jugar bien.
Y sí, efectivamente, jugó ahí contra el Chelsea, ¿y cuantos partidos más? Mario es un 5, no el que juega al lado de un 5, porque en eso es como Simeone dice que es Arda, que si le das libertad se pierde.