Decía el otro día que dudar del comportamiento del equipo era una ofensa, y un debate interesado. El equipo estará a la altura, y el que lo dude no lo conoce.
Este otro debate, si la grada estará a la altura, pues ya admite más visiones (como las presentadas, de anteriores ocasiones donde definitivamente no se estuvo). Lo que a mi me gustaría es que la grada empuje al equipo para ganar de principio a fin, sin mirar el marcador ni hacer cosas raras. Y si al final ganamos, que se suban aquí y bailen los neymares. Ganarles ahora tendría muchísimo mérito, porque van lanzados, y sería un golpazo de moral para nosotros.
Y si perdemos, que se sepa reconocer el mérito al campeón de liga una vez acabado el encuentro. No por joder a nadie (aunque me alegre que se jodan, ciertamente) sino como la justa moneda con la que pagar a los que el año pasado reconocieron al equipo que acababa de birlarles un título en su cara y en su casa. La rivalidad deportiva -yo anoche iba con el trampen de Munich, que también me cae mal- no obsta para que pueda existir cierta cortesía. Eso los vikingos no lo entienden, claro, y les va a poner frenéticos.