No nos flagelemos por anticipado. El año que fuimos campeones, el flagelo era que jugando todo con doce tíos, al final nos íbamos a venir abajo y no rascar nada, porque eso era un suicido y quemar a los futbolistas.
Este año parece que el flagelo que nos impide disfrutar el presente es la - obvia - falta de acierto de cara a portería. La cosa es siempre flagelarse.
Yo, personalmente, me sitúo en un término medio. No creo que, exceptuando a Griezmann, nuestros delanteros estén demostrando ningún acierto. Pero no es menos cierto que, con un poquito más de suerte, los goles serían más. Contra el Rayo, hay dos paradas excepcionales del portero y un disparo de Carrasco que se va ajustado al poste. Contra el Levante, dos postes y otra de Saúl al lateral de la red. Son milímetros lo que lleva a una pelota a entrar o no entrar. Quizá acabe entrando, y en los momentos cruciales. Esto no puede saberse y es inútil afirmarse en uno u otro sentido.
De cualquier manera, yo siempre he visto al Atleti de Simeone muy en la línea de lo de este año. Perfección defensiva y no encajar, siempre. Ocasiones, verticalidad y atacar el partido, en algunos días claves y según el estilo del rival. Y en la rutina de cada jornada en Liga, ganar de la manera que sea, sobre la base de la solidez defensiva.
Desde luego, era más fácil cuando Diego Costa te hacía una ocasión de gol de un pelotazo desde la línea defensiva, o cuando bastaba llevar la pelota al área para que Falcao la enchufara. Pero esos dos ahora no están, hay otros. Entre ellos Griezmann, que, sin tener la efectividad de estos, tiene, en su estilo, tanta presencia e importancia en el juego del equipo como Costa, y más que Radamel.
De momento son 4 puntos a los asquerosos vecinos, y por encima del barsa, a la espera de lo que hagan. Las dos caras del mismo monopolio, poderoso, imperial, despilfarrador y corruptor de árbitros e instituciones. El que no lo valore es muy retrasado, sin aludir a nadie de este foro, por supuesto.