Para mí lo peor fue la sensación de regresar a un derby previo a la final de copa en la cuadra. No sé si fue fruto de que al equipo le falta solidez atrás o de que aún pervive una rémora de la crudeza de Milán (cosa que sería perfectamente comprensible en nuestros jugadores, también son personas). Pero el trampa$ volvió a jugar con esa parsimonia del que se sabe afortunado, del que tiene claro que en cualquier lance gilipollesco va a decantar el partido.
Sinceramente, sé que hemos ganado de muchas maneras al trampa$, pero yo, ay, veo una progresiva dilución de la mala baba, más o menos desde el primer derby en el Calderón el año pasado. Coñe, este año hay más circulación de la pelota, pero, uf, quien pillara un derby cualquiera, como aquel del 2 -0 en una ida de Copa, poniendo cemento armado con medio equipo suplente, metiendo pierna, ganando todos los cruces, con toda la prensa pidiendo nuestra excomunión del mundo del fútbol verdadero y Raúl García enseñando el escudo a la grada después de marcar de penalty.
En fin, el Cholo proveerá. Y si no lo hace, no pasa nada, todo lo que ha hecho más que por este club, por nosotros, los aficionados, no estará pagado ni en un millón de años.