Estuve en Londres hace como 15 años más o menos, y no recuerdo en qué parte de la ciudad fui a comer a un restaurante italiano. Con el dueño del sitio tuve la típica escena entre turista y local, en el que intentas chapurrear algo para hacerte entender. El señor, en un italoespañol, me contó que era hincha del Inter y me preguntó que de qué equipo era yo. Le contesté que del Atleti, por supuesto, y él empezó a decir que hubo un jugador que llegó al Inter procedente del Atleti y ... y yo le interrumpí diciendo que claro, Joaquín Peiró, el Galgo de Metropolitano. Al tío se le iluminó la cara, no podía creerse que alguien que no hubiese vivido esa época se acordase de Don Joaquín. Se notaba que para ese señor Peiró fue algo mas que un futbolista y yo me di cuenta de lo grande que había sido el Galgo. Sólo los grandes dejan una huella así.
Descanse en Paz, don Joaquín.
¿Has leído el mensaje, lo que está escrito en la pared? Podría ser la respuesta, la respuesta a todo.