Pues ante tanto mensaje pesimista a mí ayer el equipo me gustó. En ningún momento vi peligrar la eliminatorio más allá del temor lógico de que esto al final es fútbol y un gol entra en cualquier momento y que al final se trata del Aleti, pero por lo demás, jamás vi peligrar el tema, lo que hablando del Aleti que nos ha tocado vivir es mucho.
Y voy a hacer una comparación con una eliminatoria del año pasado que también pasamos, la del Levante. Esa eliminatoria se veía perdida en cualquier momento, pero por actitud. Se ganó, sí, pero de pura chiripa pero el equipo jugaba atemorizado y se le veía menor en el campo ante un Levante, que no se creía inferior, sino al contrario.
Ayer salta al campo sabiéndose el favorito y el Valladolid, que está fuerte y con confianza, nada más plantarse en el campo se le ve que asume que el favorito y el bueno es el Aleti, que van a intentar pasar, como es lógico, pero que saben que lo normal es que gane el Aleti, sobre todo porque saben que arriba en cualquier momento se la van a liar y es casi imposible que no sea así. Sinceramente esto es lo que más me gusta de este equipo, y hace muchos años que no lo teníamos, que saltamos a los terrenos de juego sabiendo que en el 90% de los casos somos superiores y ejercemos de ello. Luego puede pasar cualquier cosa, pero el rival también nos mira así y eso se llama respeto, algo que habíamos perdido desde hace mucho.
Pero además ayer me parece que Motta demostró lo que es un futbolista y lo que no es un futbolista. Parece de Coco de Barrio Sésamo, pero no lo es. Motta es un futbolista, Raúl García como ya sabemos también, Very Cleber, no, no lo es, por mucho que se empeñe en decir lo contrario. 30 segundos sobre el césped, como mira al rival, como para un balón y como encara a un contrario bastan para ver la diferencia entre un futbolista y uno que no lo es. Motta ayer, estando muy mermado físicamente y absolutamente carente de ritmo demostró que es más futbolista que Very Very aunque jugara maniatado y sentado en una silla. Con la mirada y la presencia estática y maniatada simplemente tendría más importancia en el juego que Very Very dopado hasta las trancas. Pero es que incluso tiene más jerarquía que Raúl, que es mucho decir, y le libera de funciones. Ayer cogió los galones después de volver de una lesión y sin haber jugado apenas esta temporada y dijo aquí mando yo. Sus ayudas defensivas, el parar el balón cuando veía que la contra iba ser inútil, las faltas tácticas, entorpecer siempre al contrario, ayudar donde hay que ayudar, sin olvidar su importancia en el juego aéreo. No tengo duda de que ayer Perea y Pablo fueron mejores porque estaba él. Se nota, les da seguridad y tranquilidad. Este chico con ritmo al lado de Raúl García si nos hace tener un medio del campo poderoso y de jerarquía, muy lejos de las patochadas que hemos visto estos años. Es cierto que a los dos les falta algo de ese hilo conductor con los delanteros, ese dominar la organización y el último pase, pero saben llevar el peso de un medio del campo más que dignamente.
Por eso me gustó ayer el Aleti, le vi un equipo con jerarquía. Sí vale, que nos encerraron los últimos 20 minutos, lógico, ellos se la estaban jugando y apretaban y todavía no andamos sobrados de tranquilidad y mucho menos de físico, pero no nos colgamos del larguero, salíamos y buscábamos la lucha en los medios y a la contra pudimos y debimos cerrar el partido.