Visto que con los místeres no nos va nada bien, dado los sires que están por encima, yo apostaría por algo radicalmente nuevo. ¿Y qué más radicalmente nuevo que una miss? Me vale que su título sea internacional, nacional, autonómico o provincial (va a dar lo mismo). A ser posible, un poco descarada y propensa a la procacidad -muy atractivas para el público predominantemente machuno y para la prensa deportiva-. Yo aconsejaría, incluso, que fuera de dudoso verbo. Por aquello de no dejar en mal lugar al cameraman. Y de alta, que con tacones de aguja, mida diez cm. menos que Calam, que tampoco es cosa de que le haga sombra (vertical, claro).
Sólo imaginar un tete a tete de ella con el susurrador de borregos a la minuit, al Antoñito Ruiz haciendo vestuarios tras ella, a Manolete tocándole el acordeón (virtual, naturalmente), o al Castaño escribiéndole unos versos que serían la envidia del mismo Garcilaso (el de la cuesta), me muero de placer.
Ahí queda, por si a alguien le parece digno de consideración.