El
peor inicio del Tottenham en la Liga inglesa desde 1912 ha dejado a su
entrenador, el español Juande Ramos, caricaturizado en la portada de The Sun como un tripulante del Titanic,
que se hundió ese mismo año, asomado al precipicio junto al presidente
del club, Daniel Levy. Hasta el sorprendente Hull City, un recién
ascendido, ha pasado por encima del equipo londinense en su casa de
White Hart Lane (0-1). El equipo es colista después de siete jornadas y
a Juande, que hace seis meses era considerado un genio por ganar ante
el Chelsea la Copa inglesa nada más aterrizar después de nueve años sin
títulos para los Spurs, se le ha esfumado de un plumazo el
crédito. Si cuando llegó el club le puso una limusina y un chófer
privado, y su autógrafo se subastaba en Internet, ahora la prensa habla
de "catástrofe" y de una situación "trágica".
Frente
a la marea de críticas, Juande mantiene el tipo con la misma pausa y
seriedad que mostró en mejores tiempos. "Yo estoy tranquilo. El club me
ha transmitido seguridad y confianza. Si jugamos así, acabaremos
ganando y los resultados mejorarán, estoy seguro", explica por
teléfono. El preparador manchego señala a la delantera como la clave
del descenso de su equipo. "Los delanteros que teníamos antes [Robbie
Keane y Berbatov], con los que funcionábamos, se han marchado, y
estamos intentando acoplar a los nuevos. Ése es el mayor problema que
tenemos, el ataque, no terminamos de jugar bien arriba", comenta.
El
técnico redactó un informe para el máximo accionista y el presidente
del club en que explicaba las razones del derrumbe: una plantilla
demasiado joven, con muchos jugadores entre los 19 y 24 años, poco
acostumbrados a la presión, que necesitan un periodo mayor de
adaptación y a los que puede la ansiedad. Son los casos, por ejemplo,
de Modric y Pavliuchenko, aterrizados de Ligas y clubes de menor
enjundia (el Dinamo de Zagreb y el Spartak de Moscú, respectivamente)
después de una brillante Eurocopa.
Juande recuerda una idea en su
razonamiento. A diferencia de Rafa Benítez en el Liverpool, o Ferguson
en Old Trafford, él no es un manager plenipotenciario, sino
simplemente el entrenador, y no se siente responsable de la confección
de la plantilla. Sólo el preparador físico y el nutricionista le
acompañaron en su viaje desde el Sevilla, y su segundo entrenador,
Gustavo Poyet, fue impuesto por el club. De los fichajes de esta
temporada, Modric es el único que ha llegado bajo su protección -se le
recomendó un técnico yugoslavo a quien Juande tuvo como jugador en el
Lleida-, no pidió la contratación del barcelonista Giovani, y las
salidas a última hora de Keane y Berbatov al Liverpool y el Manchester
United le desmontaron el mecano y descabezaron al equipo en ataque. Las
culpas de la "caótica política de fichajes", según The Sun,
apuntan sobre todo al director deportivo, Damien Comolli, un personaje
poco apreciado en Londres por sus enfrentamientos con el anterior
entrenador, Martin Jol. Comolli es señalado como el responsable de
invertir más de 100 millones de euros en las dos últimas temporadas sin
una mejora apreciable en el equipo.
El Tottenham es el equipo de
la Premier que menos goles ha marcado (cuatro en siete partidos), el
que tiene peor diferencia de goles (-6) y el único que no ha ganado ni
un encuentro: dos empates y cinco derrotas. La afición le reprocha al
entrenador que la temporada pasada propiciara la venta al Portsmouth de
Jermain Defoe, ahora pichichi de la Liga junto a Fernando
Torres (cinco goles), y que maree a los jugadores con las alineaciones:
llegó a situar a un extremo, Bentley, como lateral derecho.
Juande,
mientras, entiende que sus jugadores juegan atenazados, víctimas de un
problema psicológico. Contra el Portsmouth (2-0), a algunos les costó
pedir el balón. Ante el Hull, se estrellaron una y otra vez contra la
portería. Modric no es el medio desequilibrante que se exhibió en la
Eurocopa con Croacia, y Pavliuchenko está seco y sufre problemas
físicos.
Pese a todo, Juande siente el apoyo del vestuario. El
técnico graba los entrenamientos y luego los repasa detenidamente en
vídeo. Observa la actitud de sus jugadores, sus gestos. Y en ellos nota
"una actitud positiva". "Mi sensación, al verles, es que quieren poner
fin a esta situación de una vez por todas. En el vestuario hay buen
ambiente y nunca he pensado en la destitución", explica.
El
español, de 54 años, tiene contrato hasta 2012. Pero el Tottenham ha
tenido que desmentir ya negociaciones con otros entrenadores. Cuando
llegó a Londres a finales de 2007, Juande revolucionó el club con una
nueva mentalidad, un juego más fresco y hasta una nueva dieta. Pronto
le compararon con el exitoso y concienzudo Mourinho. Ahora, su despido
como el primero entre los entrenadores de la Liga inglesa esta
temporada es el favorito por los hinchas ingleses en las casas de
apuestas.
http://www.elpais.com/articulo/deportes/hundimiento/Juande/elpepudep/20081009elpepidep_4/Tes