(CARTA ENVIADA AL SR. MEXICANO).
Sr. Aguirre: En estos tiempos modernos, y por la influencia vergonzante de la mayoría de “periodista deportivos” de Madrid, se ha conseguido establecer que el Madrid es el club señor de la capital, adonde todos quieren ir (Makelele, Robihno, Villa, Cazorla Cesc, etc?), y que el Atlético es un equipo de pobres y miserables “mindundis”.
Los jugadores lo aceptan y de esta manera “salen” al campo acomplejados, incluso “peloteando” a los jugadores blancos (¿recuerdan a Reyes dar la mano a uno de ellos, cuando salió al campo a sustituir, y el Atleta iba perdiendo?.
Transmita a nuestro jugadores que el Atlético de Madrid, tradicionalmente ha sido un equipo en el que hemos confluidos SEÑORES: Los personajes más carismáticos de la política, la cultura, la música, del mundo de los toros…, junto a personas de la burguesía y del mundo más humilde, pero lleno de dignidad. Sucede que preferimos los riesgos de ser Atléticos (donde lo que más valoramos es la actitud de los jugadores en el campo), a elegir el mundo blanco, donde lo único que valoran sus seguidores son sus trofeos. Así se sienten personalmente superiores creyéndose protagonistas de los triunfos.
De una vez por todas, se ha de conseguir que nuestros jugadores salgan al campo sin ningún tipo de complejos, ante el vecino rico que es apoyado vergonzantemente por políticos del Ayuntamiento, medios de comunicación, árbitros…
Simplemente por esto, tradicionalmente nuestro equipo sacaba a relucir la casta rojiblanca y se dejaba en el campo todas sus energías. Algunos jugadores no podían hacerlo, por haber sido expulsados unas veces injustamente por caprichos arbitrales, u otras por haber preferido utilizar hasta medios violentos, antes que permitir que los blancos nos humillaran.
Los Aparicio, Verde, Griffa, Adelardo, Calleja, Arteche… y un largo etcétera, deben ser el ejemplo de los nuestros en próximo sábado.
Antes perder los “güevos”, que permitir la humillación de los soberbios merengues.
Pero Sr. Aguirre, para ello es imprescindible que no salgan Pernía ni el Seitaridis.
Usted imagíneselos ahora mismo a ambos ante el Robben o el Sgneider… Desbordados sin saber adonde ir…
Si juega Guti, usted ya sabe (¿o no?), como juega. Siendo el armador del equipo, coge le balón, lo suelto y se va a otro hueco, donde vuelve a recibir el balón. Hay que ponerle un tío pegado a él.
Debe haber apoyo entre líneas e individualmente entre parejas de jugadores, cerrando las salidas de los extremos.
A Raúl hay que “pegarle” otro jugador, sin separarse de él en todo el tiempo que esté en el campo.
Le daría más recomendaciones técnicas, que yo tomaría, si fuera entrenador rojiblanco.
Estoy seguro de que haría un excelente papel como tal. (Llevo sesenta años jugando fútbol, y con más de mil goles metidos. Tengo certificado de mis compañeros de juego, correspondiente a los últimos veinte).