Quiero y no puedo: porque hoy no puede decirse que no hayan salido enchufados. Pero entre uno de esos aparentemente sólo errorcitos, que ha costado el gol, y la baja forma de los de arriba, pues otro resultado que sirve más bien poco para lograr el objetivo de quedar entre los cuatro primeros. No obstante, decepción, ninguna, porque decepcionarse presupone expectativas, y yo ya albergo poquitas con este equipo.
Las notas positivas: esa actitud inicial, las jugadas de estrategia en ataque (¡al fin, coño!) y el partido de Heitinga (por cierto, muy, muy bueno lo de la Chatunga, Pasaba). Se ve que el muchacho necesitaba descanso.
Y las negativas empiezan justo también con el holandés. Su lesión y la forma en que me pareció verlo reaccionar a ella me dan muy mala espina. ¿Motta 2, pero con 10 millones de coste? Como apunté al principio, arriba las cosas no van bien: al Kun le falta esa chispita de explosividad, decisiva para su juego; Forlán, pese a su derroche físico, no da una a derechas últimamente; y Simao lleva un mes pidiendo a gitos un descansito. Sinama, flojo, porque si a su tono natural se une la posición en que ha jugado, pues qué quieren que les diga. Por lo que respecta a los medios centros, Raúl sigue missing, lo que me resulta tan incomprensible como inexplicable, que diría algún periodista deportivo de los cultos, y Assunçao en su línea de ser el tercer central.
Con todos estos factores, el resultado es normal. Frente a un equipo bien armado, aguerrido y con la moral muy alta, si tenemos la pólvora húmeda, pues no resulta raro el 1-1 (esperen a Huelva en 15 días). Ahora, me cuesta darlo por bueno, sobre todo viendo cómo juegan nuestros teóricos rivales y los resultados que han cosechado esta jornada.