buena cerita de miguélez en su chat de los lunes en público.es:
Lo que ocurrió el sábado no había ocurrido en los 106 años de historia
que tiene el Atlético. Yo, desde luego, en los 40 que llevo acudiendo
al Calderón no lo había presenciado jamás. Con la excusa de la crisis
institucional, de los nervios y la ansiedad, la mayoría de los
jugadores se desentendieron como no se puede tolerar. Fue vergonzoso.
Los futbolistas perdían la pelota y se quedaban parados como si nada.
Fallaban nueve pases consecutivos e igual. Sólo disculpo al Kun
(retirarle fue el regalo que necesitaba el Mallorca para despreocuparse
por atrás y probar a ir a por el partido), a Assunçao (otro cambio
equivocado) y a los chavales de la cantera (fallaron igual, pero no se
les puede cargar con el muerto). Fue la culminación de la
desintegración del club. Y lo de Quique no creo que sea vuestra
salvación. Sólo un parche más. El problema del Atlético es mucho más
profundo que un partido y una crisis deportiva. Hace falta un cambio de
gestión o de propiedad.
Buenos días. El entrenador del sábado, Santi, no tiene culpa de esa
desidida, pero la directiva, sí. De hecho es la principal responsable.
No disculpa a los jugadores de su falta de dignidad, pero la directiva
es muy responsable. Son los que han vaciado de responsabilidad atlético
el vestuario, los que han desintegrado los valores, los que han
reducido al exigencia a la plantilla a unas palmaditas en la espalda.
Son los que han conseguido que cuando un jugador llega al Atlético no
se sienta obligado a nada más que a desentenderse. Cobran como cracks
sin ninguna obligación a cambio. Son demasiados años de mensajes para
campar a sus anchas como para que ahora les salga por sí solos la
vergüenza. Como además no hay nadie dentro del propio vestuario para
enseñar y marcar la ley (porque así lo han querido tb los presidentes),
y las cosas que se pueden hacer o no con esa camiseta, los jugadores se
desentienden tan panchos.
Es inadmisible, sí. Un club no puede rendirse a las amenazas de los
violentos. Los que negocian con los ultras creen que salen ganando,
pero en realidad se condenan de por vida. Un club no puede ceder a
estos chantajes. Pero no es sólo por la mala fama, es porque de verdad
ya está atrapado para siempre. Estos directivos también han cometido
serios errores en su tratamiento a los ultras, a los que para cobijarse
siempre han pretendido tener de su lado. En lo ocurrido ayer fue
decepcionante el club, los jugadores, pero también el nuevo entrenador,
Quique, que a los cinco minutos aireó su debilidad (los jugadores ya
han visto que un ultra manda más que él en los entrenamientos), y que
hoy en su presentación encima ha defendido esas concesiones a los
violentos.
No. Al contrario, no veo una solución a la vista. Al Atléti lo ha matado una gestión nefasta, que además se sabe a perpetuidad.
Que sí, que hay jugadores que podrían mejorar aparentemente esto, pero
sólo sería un parche. El problema es otro, insititucional, de arriba.
Arteta es muy bueno, pero en cuanto llegara, el Calderón se le caería
encima. Y llegaría el Mallorca y le pasaría con nueve por encima. O es
que alguno solo de los once que estaban ante el Mallorca era peor que
alguno de los nueve que estaba sobre el campo. El problema es otro y se
remonta a 1.987.
http://www.publico.es/charlas/miguelez-26-10-2009
"Si se cree, y se trabaja, se puede". Palabra de Dios.
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