A
veces la roba y a veces no porque el contrario encuentra una salida
sencilla. Pero lo que es seguro es que si Assunçao va a
presionarte tú no avanzas. A Assunçao no se le desborda, no
se le regatea, no te permite girarte, no te deja el metro libre que
necesitas para
meter un pase peligroso, nunca. No creo que la clave de la posición que
ocupa esté en el robo, sino en la colocación y la solidaridad y el estar dispuesto a correr por tres. Y tampoco
confundamos: Albelda, Duscher o Eguren hacen lo mismo, pero pegando
más.
Y vale, que en un club normal yo tampoco entiendo su fichaje, el cual,
estaba claro, iba a marginar a Camacho, un futbolista que se había ganado un poco más de confianza y que lo único que
necesita son partidos. Pero de eso no tiene la culpa Assunçao, ni le
hace peor jugador.