Rodris: alguien puede, por favor, pegar el (si se le puede llamar, por lo que decis) comentario o noticia del vikingo barbas gordinflon por favor????
por suerte o por desgracia, no me deja abrir el as desde mi trabajo.
Alfredo Relaño | 15/04/2009
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Tras Heysel vino Hillsborough, hace ahora veinte años. Aquí se lo
cuenta bien Balagué. Fue catástrofe sobre catástrofe, ambas con la
hinchada del Liverpool como protagonista. En Heysel, la carga de los
supporters reds provocó una masacre entre pacíficos hinchas de la
Juventus. En Hillsborough las víctimas fueron hinchas del propio
Liverpool, aplastados contra la valla de protección del campo, por la
presión ejercida por masas que forzaron la entrada y se colaron. Un
acto sumado al otro dieron lugar a un acto de contrición en el fútbol
inglés. De la barbarie nació una nueva época, liderada por Inglaterra.
Porque aquello fue el fin de las gradas de pie, que tienden a contagiar
pasión, y de las vallas, inventadas para proteger a jugadores y
árbitros de eventuales actos de barbarie pero convertidas, en casos
así, en trampas mortales.
El fútbol inglés lideró una revolución que trajo asientos para todos
(en España ya había sido una novedad en este sentido, en el lejano
1966, el Calderón), la retirada de las vallas y un intento general por
hacer del fútbol un espectáculo menos casposo y castrense, más
refinado, adecuado a los estándares de la industria del espectáculo en
tiempos en que terminaba un siglo y empezaba otro. Y de aquellas
catástrofes renació el fútbol, otra vez con el liderazgo de Inglaterra,
el país que lo inventó, que lo estaba destruyendo y que se obligó a
rehacerlo. Llegaron los nuevos diseños de las camisetas, los nombres en
la espalda, la numeración fija para toda la temporada, los palcos vip,
los restaurantes en los campos... Una intención de refinamiento que
cambió al fútbol para siempre. Hoy aún quedan bestias en los campos,
cómo no, porque los hay en todas partes, pero el ambiente ya no
propicia sus excesos. El fútbol es otro. El tiempo que hoy vivimos
nació de aquellas dos tragedias que al menos sirvieron para algo.
GIL CULPABLE,CEREZO MARIONETA.
DILES QUE SE VAYAN