El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, y el portavoz
socialista en el Consistorio, Jaime Lissavetzky, van a lanzar la tercera
aventura olímpica consecutiva para la ciudad: Madrid optará a organizar los Juegos de 2020.
Es la primera vez que la candidatura madrileña no cuenta con el apoyo de todos los grupos municipales puesto que a la convocatoria oficial para anunciar su lanzamiento no contará con la participación ni Izquierda Unida ni UPyD.
Este intento será el tercero consecutivo que protagoniza la ciudad y el regidor madrileño. En 2005, en Singapur, Madrid no superó la tercera votación y, al final, Londres recibió el premio de organizar los Juegos de 2012. En 2009, en Copenhague, Madrid perdió en la final contra Río de Janeiro la carrera por los Juegos de 2016.
En esta ocasión, la carrera olímpica cuenta a priori con menos apoyo popular que el que ha disfrutado la candidatura en las dos ocasiones previas.
Entonces llegó a contar con el 90% de respaldo, lo que, junto con el
apoyo institucional, fue uno de los puntos fuertes del proyecto.
Contando con la presencia de los socialistas, y del que fuera
secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, el alcalde de
Madrid sí que tendría atado el apoyo del Gobierno de la Nación.
Hace unas semanas ya se especuló con la decisión
de que Madrid volviera a la carga en el tema olímpico. Todo dependía de
la elección de la sede de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2018. Si
la ciudad de Corea del Sur Pyeongchang, le ganaba a la alemana Múnich,
como así fue, la capital de España se presentaría para 2020. La elección
de la capital bávara hubiera dejado sin opciones a Madrid. No es normal
que el mismo continente albergue dos JJOO seguidos.
Cuando mañana el anuncio sea oficial, Madrid tendrá que ponerse otra vez a trabajar en el campo olímpico.