Fran_Omega:
Nada hay mejor para un jugador que fichar por el Atleti. Gracias a ello, sea cual hubiere sido su trayectoria hasta entonces, aquí le ponemos en su verdadero sitio. Ni aficionados de otros equipos, ni entrenadores, ni seleccionadores, ni periolistos ... nada. Nada vale. Aquí estamos los del Atleti, que sabemos más que nadie, y que somos únicos para quitarle la careta a tanto fraude, tanto producto de la prensa, tanto idolillo de andar por casa, de aficionadillos comepipas de tres al cuarto.
Pues fíjate, sin quitarte la razón... no sé yo. De fútbol todo el mundo sabe como el que más, supongo que aquí y en cualquier estadio. Pero me da la impresión de que ser jugador del Atleti es bastante más fácil de lo que comúnmente se cree. O al menos, es una moneda con una gran cara y cuya cruz es la desesperación de (parte de) la grada.
Me explico: creo que desde que se volvió a Primera hay una sensación en muchos jugadores (sobre todo en los primeros años, en la "época Luccin") de que vienen a un equipo que, al fin y al cabo, hace nada estuvo en Segunda. ¿Que quedamos octavos o décimos? Bueno, si estábamos en Segunda hace nada... tampoco es tan grave. Los jugadores son jóvenes, Higuaín manifestaba el otro día que "le habían comentado" que antes el Atleti peleaba los derbis con el Madrid. Son todos de la LOGSE. Así que presión, poca. Ahora, eso sí, sueldo como el de un grande... pero expectativas como las de un Osasuna.
Hay tres formas de acabar con eso. Una directiva que marque claramente qué se busca y exija en consonancia (¡ja ja ja ja!), fichar azarosamente jugadores con madera de líderes (y no hay ni una docena en el mundo) o que haya una identidad en el vestuario basada en gente que lleva tiempo en el club o ha surgido de la cantera. Yo no veo otra. Pero por el momento, no hay identidad, no hay personalidad, no hay exigencias, no hay agenda. Y cobro mucho, y no se me exige nada: y si se me exige y no cumplo, pues tampoco pasa nada.
Yo recuerdo los años anteriores al Doblete, en los que estuvimos a punto de descender en un par de ocasiones. Veía a Caminero, Kiko, Manolo, y todos los demás saliendo al campo después de haberla cagado en el partido anterior (y antes de cagarla en el partido a jugar), y la grada animaba como si esto fuera San Mamés, con una causa común. Y me preguntaba a qué altura de la garganta tendrían que tener los cojones jugadores que vestían la camiseta del Atleti, estaban a punto de algo tan impensable como irse a Segunda, y en el túnel de vestuarios escuchaban a un estadio lleno animándoles. Dónde los tendrían, digo, porque ellos sí sabían que eran el Atleti, lo que se le pedía al Atleti, y lo que estaban dando (poco). Pero esa... "exigencia ambiental"... se perdió con el descenso.
Ya casi ni me queda coraje, ni me queda corazón.