En
menos que canta un gallo Sergio Asenjo (Palencia, 21 años) pasó de lo
más alto a lo más bajo, de estrella a estrellado, de comerse el mundo a
que el mundo se lo comiera a él. Comprado por 5,5 millones de euros al
Valladolid, titular indiscutible en la sub 21, considerado el heredero
de Casillas, el portero fue el elegido por el Atlético para suceder a
Leo Franco. Desde entonces ha pasado un calvario. Primero fue el juicio
sumario del Calderón, que tras un inicio titubeante prefirió a David de
Gea, un chico de la casa. "A mí me pasaba eso en Pucela, la gente me
arropó desde el primer momento. Esto es el fútbol y no hay nada
escrito. Te lo tienes que ganar tú. Por mucho cartel con el que
llegues, si no cumples y no están contentos contigo... El fútbol, de la
noche a la mañana, cambia muchísimo, pero no quiero pensar en todo lo
malo que he vivido el año pasado y lo que va de este, no estoy en
momento de amargarme por lo que pasó o pudo pasar", reflexiona Asenjo,
que después de convertirse en suplente habitual encadenó dos gravísimas
lesiones en la misma rodilla. "Nadie me va a hacer que me venga abajo,
ni una lesión, soy muy joven y estoy curtido en muchas batallas. Esto
se supera como todo. Y a disfrutar del fútbol, que me lo merezco.
Seguro que después del verano la rodilla estará perfecta; quiero
demostrar que tengo un hueco en este club y en este equipo", dice
sereno y muy confiado, consciente de que De Gea interesa y mucho al
Manchester United.
La primera lesión llegó en El
Molinón el 8 de mayo pasado. Asenjo se rompió el ligamento cruzado
anterior de la rodilla derecha. Los médicos le diagnosticaron seis
meses de baja. Durante su recuperación, Zaragoza y Benfica trataron de
firmarlo, pero apostó por continuar de rojiblanco. Tras obtener el alta
médica en noviembre, aceptó irse cedido al Málaga en el mercado de
invierno. Allí la mala suerte se volvió a cebar con él y la rodilla,
como en Gijón, le volvió a crujir en una jugada intrascendente en la
visita al Sevilla del pasado 6 de febrero. La misma lesión, el mismo
pronóstico. "La lesión contra el Sporting fue más complicada. Allí
salto y me lesiono, creo que en el minuto 13. Con el Málaga es un balón
a la espalda, a los siete minutos, y salgo a por él pero al intentarlo
se me sale la rodilla, se me engancha... La primera vez no sabes lo que
tienes. Como nunca lo has vivido tienes esa pequeña fe, esa confianza
en que no sea tan grave. Duele bastante, pero sobre todo te impresiona
el ruido, el chasquido que escuchas", dice sujetando, casi con cariño,
un balón. "Es muy duro, muchas noches no podía dormir por los dolores y
no se lo decía ni a los padres para no preocuparles todavía más",
asiente Fernando Redondo, su amigo más que su agente.
"La primera
vez es más complicada y la intervención quirúrgica fue más agresiva,
pero lo que me pusieron la primera vez no soportó el alto nivel y mira,
si la rodilla se ha tenido que romper pues nada, que lo pongan otra vez
y que quede bien. En la segunda se te pasan muchas cosas por la cabeza.
Cuando estaba empezando a coger el ritmo, cuando el Málaga me había
dado la oportunidad... Quizás el peor momento fue antes de las pruebas,
cuando tú ya sabes que te has roto. Pero fueron cinco minutos malos, y
ya no pasé más. Asumí lo que me tocaba", continúa Asenjo, que afronta
el futuro con optimismo.
"No gasto energías con sueños, esto es
un punto de inflexión, lo que me ha pasado terminará como una anécdota.
Esta vez va todo sobre ruedas, ni una complicación. Me han implantado
el tendón de Aquiles de un donante y funciona, ya empiezo a ver el sol.
La rodilla está como si no hubiera pasado nada y eso es buena señal, de
que está bien por dentro. ¡Está perfecta!".
http://www.elpais.com/articulo/deportes/terminara/anecdota/elpepidep/20110424elpepidep_13/Tes