en

OT: Abierto por fútbol

Último artículo 22-07-2010 11:42 escrito por Otro asiento azul. 828 respuestas.
Página 56 de 56 (829 elementos) « Primero ... < Anterior 52 53 54 55 56
Ordenar mensajes: Anterior Siguiente
  • 15-07-2010 0:44 en respuesta a

    Re: OT: Abierto por fútbol

    + 1

    nCreo que vuelve el futbol de los 80, el que surgió como reacción al total de aquella Holanda. El futbol aspero, donde España ha chapoteado acabando siendo el menos goleado, pero también el menos goleador de los campenoes.

    Villa es un 7, necesita un 9.

    El que crea que Torres está acabado, cosa que le pasa por la cabeza a mucho periodista y mucho madridista, lo lleva claro. Pero tiene que centrarse, y aprender a decidir.Por ejemplo, sin tener ni idea que a lo mejor es un centro de alto rendimiento, pero completar la recuperación en las instalaciones de Caneda parece, cuando menos, dudoso...digo yo que fresco debe hacer en sititos mejores.A ver donde acaba.

    No doy el Mundial por cerrado que este finde toca presumir en el Congreso de Barcelona

  • 15-07-2010 1:03 en respuesta a

    Re: OT: Abierto por fútbol

    Les toca presumir a los del Barcelona supongo que te refieres. Cuando cierren lo de Cesc tendrán lo nunca visto, el 90% del equipo campeón del mundo. Que mejora bastante cuando le pones laterales de verdad.
  • 15-07-2010 1:57 en respuesta a

    Re: OT: Abierto por fútbol

    Ozemaria:

     Bueno, se acabó el Mundial. Un campeonato que, en general, ha ofrecido poca calidad y ningún partido que, como simple aficionado, sin mirar colores, pueda uno decir: caramba, este no puede dejar de estar en mi videoteca.

    Sólo ha habido dos selecciones con un proyecto mínimamente interesante de fútbol: Alemania y España. El resto, pura vulgaridad, un desastre absoluto de equipos o una incapacidad desconcertante de competir cuando les llegó la hora de hacerlo de veras y se suponía que eso era lo que querían y sabían hacer -me refiero, claro está, a Brasil.

    De esos dos equipos con algún atractivo, Alemania ha llegado muy verde, y puede que también carente de un líder o líderes efectivos. España, en este sentido, ha sido la más completa, sin tampoco enamorar, precisamente. Parte de culpa de que no hayamos enamorado (o dicho más exactamente: no me haya enamorado) es que, a diferencia de la Eurocopa (donde sí me enamoró), ha llegado con la baja real de Torres y alguno de los "pequeños" en no tan buena forma como en 2008. Sin un Torres de verdad, el equipo ha perdido gran parte de su potencial ofensivo, como demuestra que su simple ausencia física del campo ha dejado retratado al goleador del equipo, Villa, incapaz de hacer un gol en los partidos en los que no ha participado el de Fuenlabrada. Los "peques", como decía, no han estado al cien por cien tampoco, me parece -aunque no, desde luego, a menos del 50, como ha estado Torres-. Esto ha sido evidente en el caso de Silva, pero incluso en el de Iniesta, que ha sido decisivo por su desbordante calidad, mas no ha tenido la participación de otras temporadas, siendo dinamizador del juego sólo cuando el ritmo de los partidos ya decaía, o sea, en las fases finales de los mismos. No quiero olvidar, tampoco, la entrada en el once de Alonso, buen jugador, pero que creo que desequilibra al equipo por ser redundante, posicionalmente, con Xavi, ya que el donostiarra no puede asumir la condición de medio de cierre por sus carencias defensivas.

    Todo esto que acabo de decir se evidencia en que hemos sido el campeón menos goleador de la historia, lo que se ha compensado con una eficacia defensiva extraordinaria: ¡sólo dos goles en contra en siete partidos! En esta faceta, desde luego, no debo olvidar a Casillas, que si empezó titubeante, siguiendo la línea de su temporada en el Madrid, al final ha resultado decisivo: sin él, habríamos caído en cuartos casi seguro, o habríamos perdido la final con certeza. Final que, por cierto, me dejó un regustillo amargo: el de ver a una Holanda irreconocible, no por meramente ajena a la tradición futbolística de su país (que viene a ser la del fútbol moderno fetén, pues nació con ellos en los años 70), sino por oficiar como demoledora de ella. Su partido fue propio de una pandilla de rufianes, de esos a los que se refieren los amantes del rugby cuando hablan de un deporte, por oposición al suyo, concebido para caballeros y jugado por palurdos. Claro que eso no habría sido posible sin la colaboración del ilustre Mr. Webb y quien lo nombró árbitro de la final. Viendo lo que apuntaba Holanda, para cualquiera que sea seguidor habitual de la Premier y/o hubiera visto sus anteriores arbitrajes en el Mundial, estaba cantada la que iba a organizar.

    Individualmente, tampoco quedará ningún jugador cuyo nombre deba gragar con letras de oro en mi libro del fútbol. Eso sí, con letras de plata, el mencionado Iniesta y el guardameta merengue (quizá, de los nuestros, en bronce pondría a Villa y Xavi). Desde luego, también en plata pondría a quien se ha llevado el oro: Forlán, por mucho que les duela a nuestros patrioteros, tanto de patria grande (de patria-Estado) como de chica -aunque vaya usted a saber si esta distinción tiene sentido. Sí, Forlán, el que juega en el Aleti y manda inadmisiblemente a chuparla a sus aficionados, el que celebra sus éxitos con los amiguetes en vez de con los compañeros y se pasa acurrucado una parte de cada temporada, pero que se ha terminado despachando otra más de órdago a la grande. Con este tampoco han podido, como con Torres en el 2008.

     

    buen análisis.

    "Si se cree, y se trabaja, se puede". Palabra de Dios.

    Twitter: @14Tutto
  • 22-07-2010 11:42 en respuesta a

    Re: OT: Abierto por fútbol

     Supongo que lo justo para este hilo era terminarlo así. O al menos, hacerle referencia.

    http://www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/13-149358-2010-07-13.html

     

     


    El reino mágico


     Por Eduardo Galeano

    Pacho Maturana, colombiano, hombre de vasta experiencia en estas lides, dice que el fútbol es un reino mágico, donde todo puede ocurrir.

    El Mundial reciente ha confirmado sus palabras: fue un Mundial insólito.

    * Insólitos fueron los diez estadios donde se jugó, hermosos, inmensos, que costaron un dineral. No se sabe cómo hará Sudáfrica para mantener en actividad esos gigantes de cemento, multimillonario derroche fácil de explicar pero difícil de justificar en uno de los países más injustos del mundo.

    * Insólita fue la pelota de Adidas, enjabonada, medio loca, que huía de las manos y desobedecía a los pies. La tal Jabulani fue impuesta aunque a los jugadores no les gustaba ni un poquito. Desde su castillo de Zurich, los amos del fútbol imponen, no proponen. Tienen costumbre.

    * Insólito fue que por fin la todopoderosa burocracia de la FIFA reconociera, al menos, al cabo de tantos años, que habría que estudiar la manera de ayudar a los árbitros en las jugadas decisivas. No es mucho, pero algo es algo. Ya era hora. Hasta estos sordos de voluntaria sordera tuvieron que escuchar los clamores desatados por los errores de algunos árbitros, que en el último partido llegaron a ser horrores. ¿Por qué tenemos que ver en las pantallas de televisión lo que los árbitros no vieron y quizá no pudieron ver? Clamores de sentido común: casi todos los deportes, el básquetbol, el tenis, el béisbol y hasta la esgrima y las carreras de autos, utilizan normalmente la tecnología moderna para salir de dudas. El fútbol, no. Los árbitros están autorizados a consultar una antigua invención llamada reloj, para medir la duración de los partidos y el tiempo a descontar, pero de ahí está prohibido pasar. Y la justificación oficial resultaría cómica, si no fuera simplemente sospechosa: El error forma parte del juego, dicen, y nos dejan boquiabiertos descubriendo que errare humanum est.

    * Insólito fue que el primer Mundial africano en toda la historia del fútbol quedara sin países africanos, incluyendo al anfitrión, en las primeras etapas. Sólo Ghana sobrevivió, hasta que su selección fue derrotada por Uruguay en el partido más emocionante de todo el torneo.

    * Insólito fue que la mayoría de las selecciones africanas mantuvieran viva su agilidad, pero perdieran desparpajo y fantasía. Mucho corrieron, pero poco bailaron. Hay quienes creen que los directores técnicos de las selecciones, casi todos europeos, contribuyeron a este enfriamiento. Si así fuera, flaco favor han hecho a un fútbol que tanta alegría prometía. Africa sacrificó sus virtudes en nombre de la eficacia, y la eficacia brilló por su ausencia.

    * Insólito fue que algunos jugadores africanos pudieran lucirse, ellos sí, pero en las selecciones europeas. Cuando Ghana jugó contra Alemania, se enfrentaron dos hermanos negros, los hermanos Boateng: uno llevaba la camiseta de Ghana, y el otro la camiseta de Alemania.

    De los jugadores de la selección de Ghana, ninguno jugaba en el campeonato local de Ghana.

    De los jugadores de la selección de Alemania, todos jugaban en el campeonato local de Alemania.

    Como América latina, Africa exporta mano de obra y pie de obra.

    * Insólita fue la mejor atajada del torneo. No fue obra de un golero, sino de un goleador. El atacante uruguayo Luis Suárez detuvo con las dos manos, en la línea del gol, una pelota que hubiera dejado a su país fuera de la Copa. Y gracias a ese acto de patriótica locura, él fue expulsado pero Uruguay no.

    * Insólito fue el viaje de Uruguay, desde los abajos hasta los arribas. Nuestro país, que había entrado al Mundial en el último lugar, a duras penas, tras una difícil clasificación, jugó dignamente, sin rendirse nunca, y llegó a ser uno de los mejores. Algunos cardiólogos nos advirtieron, desde la prensa, que el exceso de felicidad puede ser peligroso para la salud. Numerosos uruguayos, que parecíamos condenados a morir de aburrimiento, celebramos ese riesgo, y las calles del país fueron una fiesta. Al fin y al cabo, el derecho a festejar los méritos propios es siempre preferible al placer que algunos sienten por la desgracia ajena.

    Terminamos ocupando el cuarto puesto, que no está tan mal para el único país que pudo evitar que este Mundial terminara siendo nada más que una Eurocopa. Y no fue casual que Diego Forlán fuera elegido mejor jugador del torneo.

    * Insólito fue que el campeón y el vicecampeón del Mundial anterior volvieron a casa sin abrir las maletas.

    En el año 2006, Italia y Francia se habían encontrado en el partido final. Ahora se encontraron en la puerta de salida del aeropuerto. En Italia, se multiplicaron las voces críticas de un fútbol jugado para impedir que el rival juegue. En Francia, el desastre provocó una crisis política y encendió las furias racistas, porque habían sido negros casi todos los jugadores que cantaron “La Marsellesa” en Sudáfrica.

    Otros favoritos, como Inglaterra, tampoco duraron mucho. Brasil y Argentina sufrieron crueles baños de humildad. Medio siglo antes, la selección argentina había recibido una lluvia de monedas cuando regresó de un Mundial desastroso, pero esta vez fue bienvenida por una abrazadora multitud que cree en cosas más importantes que el éxito o el fracaso.

    * Insólito fue que faltaran a la cita las superestrellas más anunciadas y más esperadas. Lionel Messi quiso estar, hizo lo que pudo, y algo se vio. Y dicen que Cristiano Ronaldo estuvo, pero nadie lo vio: quizás estaba demasiado ocupado en verse.

    * Insólito fue que una nueva estrella, inesperada, surgiera de la profundidad de los mares y se elevara a lo más alto del firmamento futbolero. Es un pulpo que vive en un acuario de Alemania, desde donde formula sus profecías. Se llama Paul, pero bien podría llamarse Pulpodamus.

    Antes de cada partido del Mundial, le daban a elegir entre los mejillones que llevaban las banderas de los dos rivales. El comía los mejillones del vencedor, y no se equivocaba.

    El oráculo octópodo influyó decisivamente sobre las apuestas, fue escuchado en el mundo entero con religiosa reverencia, fue odiado y amado y hasta calumniado por algunos resentidos, como yo, que llegamos a sospechar, sin pruebas, que el pulpo era un corrupto.

    * Insólito fue que al fin del torneo se hiciera justicia, lo que no es frecuente en el fútbol ni en la vida.

    España conquistó, por primera vez, el campeonato mundial de fútbol.

    Casi un siglo esperando.

    El pulpo lo había anunciado, y España desmintió mis sospechas: ganó en buena ley, fue el mejor equipo del torneo, por obra y gracia de su fútbol solidario, uno para todos, todos para uno, y también por las asombrosas habilidades de ese pequeño mago llamado Andrés Iniesta.

    El prueba que a veces, en el reino mágico del fútbol, la justicia existe.

    * * *

    Cuando el Mundial comenzó, en la puerta de mi casa colgué un cartel que decía Cerrado por fútbol.

    Cuando lo descolgué, un mes después, yo ya había jugado sesenta y cuatro partidos, cerveza en mano, sin moverme de mi sillón preferido.

    Esa proeza me dejó frito, los músculos dolidos, la garganta rota; pero ya estoy sintiendo nostalgia.

    Ya empiezo a extrañar la insoportable letanía de las vuvuzelas, la emoción de los goles no aptos para cardíacos, la belleza de las mejores jugadas repetidas en cámara lenta. Y también la fiesta y el luto, porque a veces el fútbol es una alegría que duele, y la música que celebra alguna victoria de ésas que hacen bailar a los muertos, suena muy cerca del clamoroso silencio del estadio vacío, donde ha caído la noche y algún vencido sigue sentado, solo, incapaz de moverse, en medio de las inmensas gradas sin nadie.

     

Página 56 de 56 (829 elementos) « Primero ... < Anterior 52 53 54 55 56

AVISO LEGAL - Esta web pertenece a la ASDH, sin relación directa alguna con la sociedad Club Atlético de Madrid SAD. El uso de cualquier marca propiedad de la última se hace de modo nominativo y en ningún caso con fines comerciales o de intento de confusión de marcas. Así mismo SDH no se responsabiliza de las opiniones de sus colaboradores, foristas, etc...

Ofrecido por Community Server (Non-Commercial Edition) Football Supporters International Federación de Accionistas y Socios del Fútbol Español Asóciate al Atlético Club de Socios a través de Señales