Yo nunca he entendido porque este chico siempre está en un permanente estado de cuarentena y con continuas críticas. Yo es que incluso con el nivel del año pasado, que creo que es el más bajo que puede dar, le tendría en mi plantilla siempre, aunque sólo sea porque el día más importante, cuando más necesitas que alguien aparezca, y aunque no haya hecho nada en todo el año, puede llegar y liártela y casi todos los demás futbolistas, no sólo de nuestro equipo, sino en general, no, porque no tienen lo que hay que tener y él sí tiene.
Pero es que además me parece tan buen futbolista de equipo, tan humilde y tan comprometido (no creo que cuando no le salen las cosas sea por falta de compromiso, sino porque lo que intenta son, casi siempre, genialidades, y no todos los días se puede estar genial). Nunca una mala cara, aceptando el banquillo, la titularidad, los comentarios con veneno y siempre con la mejor actitud.
No sé, cada vez que leo "sigo esperando a Adrián", "Pues yo ya no le espero", me quema la sangre. Y luego viene un niñato cobrando un pastón que nos deja tirado a los dos días, hace dos bicicletas y le mostramos adoración eterna, y sin embargo a éste o a Raúl García (uno en la genialidad y el otro en el trabajo constante y en la media siempre por encima del aprobado) les tenemos siempre en la mira para sacudirles, hagan lo que hagan. Ya cuando llegó se dijo que si era un paquete, hizo lo que hizo y todo el mundo subido al carro, y luego a las primeras, zas, zas, zas, en fin. Yo si fuera futbolista profesional me encantaría tenerlos de compañeros.