Primer tiempo infumable, por ambas partes, el de ayer. Cualquier simple aficionado al fútbol que lo viera, o abandona o se duerme.
La cosa fue bien diferente en la segunda parte, gracias al gol tempranero de Falcao, y al adelantamiento de nuestra línea de presión, que fue muy eficaz gracias a que, sin el querubín teatrero, los vizcaínos pierden la posibilidad del juego en largo, con lo que se ven más forzados a sacar la pelota jugada, suerte en la que, con el cambio de Bielsa en el descanso, que desplaza a Javi Martínez a la banda, les resultó imposible, amén de la extraordinaria colaboración de ese Frankenstein con cara de angelote llamado San José.
Una pena el autoencierro a que nos sometimos en los 10 minutos finales, que a punto estuvo de llevarnos a perder casi cualquier opción europea. En ese sentido, nos volvimos a parecer mucho al equipo de estos dos últimos años. Esperemos que no se repita. A poco inteligentes que hubiéramos estado, según se descompusieron los vascuences tras el 1-0, podríamos haber igualado el gol average particular perfectamente.
Un detalle. ¿Por qué Falcao y, sobre todo, Arda se empeñan en conducir tanto el balón? Uno porque anda escaso de los recurso para ello y otro porque se exige un esfuerzo que acaba pagando, deberían muchas veces resolver con más sencillez: controlo y toco en apoyo si no tengo salida razonable en jugada individual. Con todo, qué importantes son ambos. Sin ellos, ayer no ganamos ni de coña. Marcaron la diferencia.
Como se vio ayer, a todos los equipos con plantillas cortas, la competición europea, sobre todo en año con torneo de selecciones, que obliga a apretar mucho el calendario, los machaca. Basta ver lo que significó ayer para los visitantes la baja del querubín y el agotamiento de Herrera.
¡Ah!, y sobre las bajas de Gabi y Juanfran, van a ser importantes, me temo, en Zaragoza. El trabajo (con sentido) del primero es muy importante, y no veo un sustituto de cierta garantía en la plantilla para él. Sin el segundo, las entradas por la banda y los balones rematables para Falcao centrados desde ella van a reducrise a la mínima expresión. Encima los maños ayer consiguieron recuperar alguna esperanza de salvación, tras la cagada de los horchateros. Y ganar en Zaragoza es vital para seguir con alguna aspiración europea.