Emile Zola: Aprovechando la atención de gentes de tan buen ojo me gustaría introducir un debate:
¿Cómo reconocer a un jugador irrecuperable para el fútbol, tipo Lardín, Santi Denia, Mena y similares? ¿cómo distinguirlo del jugador de una sola temporada, tipo Javi Moreno, Pernía? ¿y del jugador de equipo pequeño, véase alguno de los anteriores?, y, la gran pregunta: ¿Adrián?
Hombre, Javi Moreno se pasaba el día de copas largado que él había venido aquí a forrarse y que se la pelaba lo demás.
Santi era mediocre. Lo tapó un gran equipo (el del doblete). Cuando desaparece, adiós.
Lardín: lo del accidente le marcó para siempre.
Mena: ni *** idea.
Pero mi gran misterio es Álvaro Novo. Me parecía un jugador acojonante en el Mallorca. Y aquí, nada. Le pudo la presión. En privado, amigos comunes me decían que sufría un huevo por el tema, que se esforzaba, que le encantaba el Atleti... Pero no pudo ser. A Pernía le pasaba lo mismo... pero en peor jugador.
Otro jugador histórico que era impresinante pero le pudieron las lesiones era Aguilar, el extremo que vino del Rayo. Parecía del Bayern campeón. Potencia, tiro... Pero nada.
O Rubén Ramos. Lo tenía todo. Y ahí está.
El fútbol es muy jodido. Cuando yo jugaba, vi a excelentes compañeros ficados por el Madrid que se comieron los mocos. Y un tal Fraile llegó a jugar en primera, cuando era uno de los tipos que de infantiles más fácil me resultó superar cuando yo jugaba en el San Viator y él en un equipo de El Zofío. Misterios de la vida.
¿Adrián? Buena gente a la que le tienen la cabeza hecha un lío. Ni *** idea tampoco.
Pero como ves, no tenemos ninguno tan buen ojo. Hay circunstancias que no sabemos que marcan a los jugadores. Hablamos de fútbol, que es lo que nos gusta. Salvo casos coo el Pato Sosa, nada es evidente.
Pero Miranda... un tipo que es nomrado 5 veces mejor central de Brasil... me daba buena espina. Y cómo pone el cuerpo, cómo la toca... Era cuestion si sabría adaptarse a un tipo de juego distinto. Y lo ha hecho.
En este sentido, en un Atléico de Simeone, auguro un futuro esplendoroso a Saúl. Y no tanto a Oliver y Manquillo. Y me encantan... Pero no tengo certeza de que crezcan como deben por su potencial.
Luego hay jugadores esplendorosos que, sencillamente, nadie recuerda ni les dió el valor que tenían: como Jancovic, el que jugaba en el Madrid. Acojonante.