Mi caso. Como a mi familia política no se le ocurrio más que ponerle al niño de blanco y mandarme una foto al móvil para que se me revolvieran las tripas, tuve que hacerme fuerte y contraatacar. Sólo se admite la rojiblanca. La del vecino ha desaparecido. Todas la nanas que le he cantado para dormir eran en el fondo canciones atléticas. Los cuentos para antes de dormir son de cómo marcó Forlán al Liverpool, Falcao al Chelsea, Miranda en la cuadra, etc. Grabé un CD para el coche con las típicas canciones para niños. La nº 1 es el himno del Atleti. Es la que más le gusta. Con año y medio fuimos a ver el museo, y el recorrido por el estadio. Salió corriendo por el cesped como loco. Nos regañaron pero no se si se reía más él o yo. 

 Cuando me ve salir con la camiseta y la bufanda y llora porque quiere venir conmigo, le recuerdo que sólo siendo del Atleti podrá venir al Calderón con su padre (o tristemente a la peineta).

Ahora con tres años, es tan futbolero que a veces me asusta. Seguro que sale bien.

Conversación cuando nació mi primer hijo.

Cuñado bobo.- ¿Si le regalo una camiseta del trampas se la pondrás?

Respuesta.- Si le regalas esa mierda me limpio el trasero con ella.

Mi casa no es una democracia futbolistica, no hay opción.

Replicante:

Conversación cuando nació mi primer hijo.

Cuñado bobo.- ¿Si le regalo una camiseta del trampas se la pondrás?

Respuesta.- Si le regalas esa mierda me limpio el trasero con ella.

Mi casa no es una democracia futbolistica, no hay opción.

Exactamente, ni democracia ni tonterias varias, no hay opcion.

sukidesu:

A mí esto de las "evangelizaciones" me pone un poco los pelos de punta.
La fe se tiene o no se tiene, se descubre o se ignora, nos topamos sin querer con ella o nos encuentra ella a nosotros. Pero forzarla, imponerla, o fingirla es tamaño engaño que desvirtúa completamente su razón de ser.
Así que si os ha salido un hijo, sobrino, nieto o similar mari... mandrilista, aceptadlo como es y no intentéis que sea otra cosa. No funciona y sólo crea infelices.
Sed vosotros mismos y si ellos merecen la pena, se acabarán dando cuenta o, en el peor de los casos, os querrán y respetarán como vosotros a ellos.

Casi totalmente de acuerdo. Con una salvedad: dentro de nuestra tarea educacional como padres está el inculcar a nuestros hijos el orgullo de ser atléticos. Eso sí, de la educación de sobrinos, nietos, primos, ahijados, …, que se encarguen sus padres. No hagamos con ellos lo que jamás estaríamos dispuestos a consentir que hicieran con nuestros hijos.

Saludos cordiales.

Paul Marble:

sukidesu:

A mí esto de las "evangelizaciones" me pone un poco los pelos de punta.
La fe se tiene o no se tiene, se descubre o se ignora, nos topamos sin querer con ella o nos encuentra ella a nosotros. Pero forzarla, imponerla, o fingirla es tamaño engaño que desvirtúa completamente su razón de ser.
Así que si os ha salido un hijo, sobrino, nieto o similar mari... mandrilista, aceptadlo como es y no intentéis que sea otra cosa. No funciona y sólo crea infelices.
Sed vosotros mismos y si ellos merecen la pena, se acabarán dando cuenta o, en el peor de los casos, os querrán y respetarán como vosotros a ellos.

Casi totalmente de acuerdo. Con una salvedad: dentro de nuestra tarea educacional como padres está el inculcar a nuestros hijos el orgullo de ser atléticos. Eso sí, de la educación de sobrinos, nietos, primos, ahijados, …, que se encarguen sus padres. No hagamos con ellos lo que jamás estaríamos dispuestos a consentir que hicieran con nuestros hijos.

Saludos cordiales.

Pues yo estoy radicalmente en contra de vuestra opinión, amigos. Queda muy bonito decir que "nuestra fe se descubre o se ignora, nos topamos sin querer con ella o nos encuentra ella a nosotros", pero no significa nada. ¿Se te apareció la fe rojiblanca en sueños o te la transmitió tu padre, tu madre, tu hermano, tu tío, tu primo, tu abuelo o tu mejor amigo de la guardería? Vamos, no me jodas. Ya al hilo, yo pastoreé a mi sobrino en la fé atlética desde la cuna, le llevé al Calderón casi todos los domingos desde que cumplió seis años y hoy, que tiene 23, es un atlético más, como toda la familia salvo su padre y mi cuñao. Mi sobrino, el hijo de mi cuñao vikingo y mi hermana antifútbol, sólo tiene dos años y medio pero ya podría estar en el Frente: la primera palabra que aprendió fue "Aleeeeti". Le ha convertido mi padre, su abuelo, a fuerza de ponerle constantemente los himnos en el móvil. Por cierto, a mi pequeño sobrinín el que más le mola es el de Sabina, lo que demuestra que es un himno para niños. o sea, una tontería.

JJJ.:

sukidesu:

A mí esto de las "evangelizaciones" me pone un poco los pelos de punta.
La fe se tiene o no se tiene, se descubre o se ignora, nos topamos sin querer con ella o nos encuentra ella a nosotros. Pero forzarla, imponerla, o fingirla es tamaño engaño que desvirtúa completamente su razón de ser.
Así que si os ha salido un hijo, sobrino, nieto o similar mari... mandrilista, aceptadlo como es y no intentéis que sea otra cosa. No funciona y sólo crea infelices.
Sed vosotros mismos y si ellos merecen la pena, se acabarán dando cuenta o, en el peor de los casos, os querrán y respetarán como vosotros a ellos

Iba a escribir algo al respecto, pero, joder Suki, me has leído el pensamiento. No puedo estar más de acuerdo contigo, desde la primera palabra hasta la última. Lo de forzar maneras de ser, maneras de sentir, no me va.

 

Sin pretender quitaros la razón en cuanto a que no se debe forzar contra la naturaleza lo que no debe ser forzado, la fe se tiene o no se tiene, de acuerdo, pero como semilla. Para que crezca y llegue a plenitud alguien te debe hablar de ella, pues si nadie te habla de ella, ni te abre otros horizontes que los que te han puesto delante de las narices, se quedará en nada y morirá. 

Mucho más en el caso de la opción por un equipo de fútbol, determinada por el entorno que uno tiene alrededor y en la que no intervienen en nada las virtudes infusas.

Paul Marble:

sukidesu:

A mí esto de las "evangelizaciones" me pone un poco los pelos de punta.
La fe se tiene o no se tiene, se descubre o se ignora, nos topamos sin querer con ella o nos encuentra ella a nosotros. Pero forzarla, imponerla, o fingirla es tamaño engaño que desvirtúa completamente su razón de ser.
Así que si os ha salido un hijo, sobrino, nieto o similar mari... mandrilista, aceptadlo como es y no intentéis que sea otra cosa. No funciona y sólo crea infelices.
Sed vosotros mismos y si ellos merecen la pena, se acabarán dando cuenta o, en el peor de los casos, os querrán y respetarán como vosotros a ellos.

Casi totalmente de acuerdo. Con una salvedad: dentro de nuestra tarea educacional como padres está el inculcar a nuestros hijos el orgullo de ser atléticos. Eso sí, de la educación de sobrinos, nietos, primos, ahijados, …, que se encarguen sus padres. No hagamos con ellos lo que jamás estaríamos dispuestos a consentir que hicieran con nuestros hijos.

Saludos cordiales.

 

De acuerdo con ambos, pero para la labor pedagogica propia de nuestros hijos, como le dijo uan compañera mia a un bobo a gritos a la cara: "prefiero educar a mis hijos en que si se trabaja y se cree se puede y no en que si se compra y prevarica se puede".

 

A mi niña recien salida de su madre bajo la luz esa que les ponen al nacer le canté de primeras el himno del metropolitano, me salió solo, del "cuore". Ahora, tres años y medio después me la pide constantemente y la canta casi de pé a pá, se emociona cuando ve al cholo y toda su ilusión durante los partidos es ver "como se abrazan los niños del atleti" y no, no hice nada mas especial, solo viendo mi sentimiento, me ha ido acompañando. El futbol de momento le da igual, pero la manada no, cuando ve a otro niño con la rojiblanca, le sonríe.

 

PD también sabe identificar de primeras la alcantarilla y me dice "mira papá, la peste".

 

Doggy:

¿Se te apareció la fe rojiblanca en sueños o te la transmitió tu padre, tu madre, tu hermano, tu tío, tu primo, tu abuelo o tu mejor amigo de la guardería?

Yo me hice del Aleti solo. Vi al Polilla por la tele marcarle al Estrella Roja y ya está, no hizo falta más, no sé qué aprecié pero desde ese instante soy del Aleti.

Cave:

Doggy:

¿Se te apareció la fe rojiblanca en sueños o te la transmitió tu padre, tu madre, tu hermano, tu tío, tu primo, tu abuelo o tu mejor amigo de la guardería?

Yo me hice del Aleti solo. Vi al Polilla por la tele marcarle al Estrella Roja y ya está, no hizo falta más, no sé qué aprecié pero desde ese instante soy del Aleti.

 

Jajajaja, permíteme que me eche unas risas a tu salud con tu genial comentario. Del Atleti por la gracia del Polilla y del Cholo, sin intermediarios.

 

Cave:

Doggy:

¿Se te apareció la fe rojiblanca en sueños o te la transmitió tu padre, tu madre, tu hermano, tu tío, tu primo, tu abuelo o tu mejor amigo de la guardería?

Yo me hice del Aleti solo. Vi al Polilla por la tele marcarle al Estrella Roja y ya está, no hizo falta más, no sé qué aprecié pero desde ese instante soy del Aleti.

Aplaudo tus cojones, pero tu caso lo veo más como excepción que como norma.

Sé que mi argumento es un poco contradictorio, pero en general estoy más con Doggy. Alguien tiene que hacerlo, alguien tiene que dar ese primer paso. En mi caso, desde que podía andar mi padre me llevaba todos los domingos al Calderón... ya fuera al Madrileño por la mañana, ya fuera al "grande" por la tarde, todos los domingos. En el primero pasaban vendiendo el marca y patatas fritas en una cesta de mimbre, en el otro vendían copitas de coñac, y volvías por la vieja pasarela del río del fondo sur rodeado de gente oliendo a puro y semáforo en la M-30. No hizo "nada" más, simplemente es lo que he mamado desde que tengo uso de razón, el Calderon, el Atleti, y no puedo ser más feliz por ello.

A lo largo de nuestra vida, la de cualquiera, hay gente que toma por nosotros montones de decisiones. Los padres, la familia, el propio gobierno... La de hacerle a alguien de un equipo de fútbol no es la más importante de todas, pero en todo caso, ser del Atleti es una de las mejores cosas que me han pasado nunca, lo tengo claro.

También tengo que decir que hoy día me pensaría hacerlo con un chaval. El futbol hoy no es lo que era, lamentablemente, pero esa es otra historia. Los que lo hemos mamado no podemos evitarlo, pero me pensaría meter en esta farsa a un chaval.

 

Aquí, entra también el debate de si del Atleti te haces o naces, yo me hice. No tenia antecedentes en mi familia directa, pero pasaba todos los viernes por el Calderón, con uso de razón le pregunté a mi padre y me contó que era el futbol y lo ocurrido hacía 6 o 7 años entonces en Heysel, a su vez me contó lo que había ganado el vecino en la misma competición, y me hice automaticamente del atelti, lo otro me parecía aburrido, establecido, yo acababa de ver Star Wars, no podia ir con los Sith. Y desde luego no podia llevar al parque una indumentaria que era como mi ropa interior.

 

PD Después de comprarme mi primera camiseta mi padre me confesó que el no era futbolero, pero que era del Athletic Club porque la única vez que fue al fubol, fué a la cuadra a ver una exhibición el liga de Zarra, Panizo, Gainza, Iriondo y Venancio. El hombre se comió no pocas noches europeas y coperas en el calderón, dejando el 127 tirao por ahí, pues el salía tarde. Aún recuerdo la emoción de ir al Corte Inglés a comprar las entradas en aquel cartón" de taquilla que ponian en nosequé planta en Goya.

A mis hijos los evangelizo yo. Soy su padre y por lo tanto deseo lo mejor para ellos. Por eso, desde que nacieron su mundo alrededor es rojiblanco. Me encargo de contarles la realidad de nuestro club, el premio al trabajo diario, que el esfuerzo no se negocia y que la vida no siempre es de color de rosa.

El mayor nació con un atléti en segunda y recibiendo temporada sí y otra tambien, desprecio, y humillaciones permanentes. Su perseverancia, su personalidad y su padre (que estaba ahí en los momentos duros) le han convertido en un atlético de pro, que en estos tiempos de abundancia es más fácil pregonar. Los demás también siguen la estela y disfrutan, padecen, se emocionan y sienten estos colores como lo hace su padre.

 

Eso sí, no soporto a todos aquellos, que son muchos, que insisten una y otra vez en intentar crearles dudas sobre sus colores. Ser del atleti es un privilegio no al alcance de todos. ¡Qué le vamos a hacer!,

No intentéis "evangelizar" a quien no lo merece. Algunos se darán cuenta por sí mismos de que quieren formar parte de esta forma de ser, otros vivirán anclados permanentemente en la mentira.

Doggy:

Pues yo estoy radicalmente en contra de vuestra opinión, amigos. Queda muy bonito decir que "nuestra fe se descubre o se ignora, nos topamos sin querer con ella o nos encuentra ella a nosotros", pero no significa nada. ¿Se te apareció la fe rojiblanca en sueños o te la transmitió tu padre, tu madre, tu hermano, tu tío, tu primo, tu abuelo o tu mejor amigo de la guardería? Vamos, no me jodas. Ya al hilo, yo pastoreé a mi sobrino en la fé atlética desde la cuna, le llevé al Calderón casi todos los domingos desde que cumplió seis años y hoy, que tiene 23, es un atlético más, como toda la familia salvo su padre y mi cuñao. Mi sobrino, el hijo de mi cuñao vikingo y mi hermana antifútbol, sólo tiene dos años y medio pero ya podría estar en el Frente: la primera palabra que aprendió fue "Aleeeeti". Le ha convertido mi padre, su abuelo, a fuerza de ponerle constantemente los himnos en el móvil. Por cierto, a mi pequeño sobrinín el que más le mola es el de Sabina, lo que demuestra que es un himno para niños. o sea, una tontería.

Parto de la base de que yo me hice del Atlético, con 8 años, tras un golazo de Gárate al Zaragoza en una final de Copa. Toda mi familia iba con el Zaragoza.

Ante un nene de una familia blanca me planto y dejo que le “eduquen” sus padres. Insisto, ya sea sobrino, primo, …. ¿Por qué? Porque quiero el mismo respeto hacia mi persona como educador. Y esos cerdo$ son incapaces de entenderlo; no les vale con tenerlo todo: quieren más. Pero a nuestros hijos no.

Hace unos años, mis nenes empezaban a andar, un gu$ano de estos (vecino, que no amigo) les da un póster de su nauseabundo equipo. Lo veo, les quito el mismo y le digo “muchas gracias, pero mis nenes ya tienen Equipo”. El patán insiste con el clásico “si son niños”. Evidentemente me tuve que enfadar y decirle que “igual que tus hijas me importan una mierda, ruego te apartes de los míos”. A día de hoy sigue sin hablarme, cosa que considero un triunfo.

Saludos cordiales.

 

 Bueno, yo no lo veo tanto evangelizar como buscar. Como ha dicho Apache hay que buscar la veta y si existe rascar para que se nos muestre en toda la plenitud. En el caso de mis sobrino yo no le he dado ningua brasa, aunque sabe que soy del Aleti, y el otro día se le ocurrió contarme que el también lo era. Por poner un ejemplo su hermano también me dijo que era del Aleti cuando ganamos al EL pero me dió la impresión de que solo era una cuestión de oportunismo, lo que con este segundo no me ocurre.

Es como la busqueda de los niños para Dalai Lama. Aunque en el fondo estoy con Pablo no es bueno presionar a los niños ajenos.

SALUDOS.