A mí no me ha gustado tanto Arda pero a mucha gente, sí. A mucha gente le gusta mucho Arda y, sobre todo, a ti mismo te gusta mucho. Decenas de veces has dicho que te parecía un jugador muy importante. Así mismo: un jugador muy importante para el equipo. Y ahora resulta que van a traspasarlo. Primero porque él quiere irse pero también porque ellos, tú ya sabes quiénes, quieren traspasarlo. Y les da igual a quién, aunque sea a un equipo rival y al máximo equipo rival. A cambio se habla de incorporar jugadores tales como Callejón, Konoplyanka, Gaitán y otros buenos jugadores, seguro que excelentes profesionales, pero de menor calidad, de muy inferior importancia futbolística a la de Arda, como tú mismo sin duda sabes. Si esto se confirmara, todos entenderíamos que te fueses. Es más, todos te pediríamos y te suplicaríamos que te fueses y te agradeceríamos que te fueses. En este instante, aún sin confirmar, todos te agradeceríamos que, si llegara a confirmarse, no estuvieses ni un minuto ni un segundo más en el Atleti. Ni tú ni ninguno de los tuyos. Ten en cuenta que tú siempre engrandeces al equipo, lo mismo que Burgos y Ortega y el resto de tu equipo y también todos y cada uno de los jugadores, como también nosotros, en la grada. Tú engrandeces al equipo pero no sólo cuando estás en el campo o en el vestuario sino incluso cuando se te ve a la salida de un autocar o entrando en un hotel. Es verte y ya el equipo está acrecentándose. Es ver a cualquiera de los tuyos o a cualquiera de los jugadores, incluido por supuesto Arda, y el equipo y el Club se están engrandeciendo, como también, si se me permite, cuando se ve a cualquiera de nosotros, a este o aquel que, como yo, espero se me entienda, hemos ido al estadio con la misma ilusión para ver una semifinal de Copa de Europa contra el Celtic que para ver un partido de liga contra el Polideportivo Ejido o el Universidad de Las Palmas. Espero se me entienda que no hablo de emoción o tensión sino de ilusión e incluso de placer, que han sido exactamente iguales, bajando por Acacias, para ver al Celtic que para ver al Poli Ejido. Para ver al Celtic, con mi padre. Para ver al Polideportivo Ejido, con mis hijos. Mi padre ya no vivía entonces. Cada uno de los que he dicho engrandece al equipo. Pero cada uno de ellos, de los que todos sabemos, sin embargo, empequeñece al equipo. Año tras año, mes tras mes, día tras día, hora a hora empequeñeciendo al equipo. Primero robando el Club y haciéndose fraudulentamente con el Club para luego empequeñecerlo día a día y hora a hora no sólo hasta llevarlo a segunda sino después, una vez ascendido, más aún. Cuando el equipo quedaba undécimo en la clasificación al año siguiente empequeñecían al equipo. Cuando quedaba cuarto, en contra de lo que ellos habían dicho, empequeñecían al equipo. Tras quedar campeones, volvieron a empequeñecer al equipo y todas y cada una de las veces que el equipo ha hecho cosas importantes ha sido a pesar de ellos, como si dijéramos completa y absolutamente en contra de ellos. No es sino verles saliendo de un restaurante o a las puertas de una sala de reuniones o hablando a trompicones ante un micrófono y ya el equipo está empequeñeciéndose, mientras que a ti ni siquiera te hubiera hecho falta volver y encontrarte con quince mil personas una gélida noche de diciembre en un entrenamiento para engrandecer al equipo como tampoco te hace falta quedarte un minuto ni un segundo más en el Club para engrandecerlo. Si te despidieses mañana no iríamos quince mil a despedirte sino cien mil. No te dejes llevar por tu ilusión ni tampoco por la de los tuyos ni mucho menos por la nuestra. Todos nosotros tenemos que contar con engrandecer mucho y, por decirlo así, enormemente al equipo, a sabiendas de que siempre habrá que restarle lo muchísimo que ellos, día a día y hora a hora, lo empequeñecen. Pero tú y los tuyos ya estáis, entiéndeme bien, en nuestra memoria y, por decirlo así, en nuestros corazones, como no habéis dejado de estarlo desde que llegasteis y como no dejaríais de estarlo aunque os fueseis mañana mismo y quizá precisamente por iros y largaros mañana mismo, engrandeciendo con ello aún más al equipo, permaneceríais, ya por siempre, en nuestra memoria y en nuestros corazones.