Bacharach:
El Lardín que viene aquí es, en el mejor de los casos, un buen jugador de un equipo de media tabla. Un chico con sus virtudes y con sus carencias, con su buen disparo y su físico de cría de seis años. Llevaba ya unos años en el Español, duodécimo en su última temporada allí, tras los cuales había sido internacional CERO veces. Eso sí, al trampas le hacía muchos goles. No era nadie, y nadie fue aquí, más allá de un fichaje mediano publicitado con honores de relumbrón. Y no entiendo que os escandaliceis por su comparación con Rufete, quien ha sido sin lugar a dudas un futbolista más importante de lo que fuese Lardín jamás.
Sigo sin poder estar de acuerdo contigo, el Lardín que llegó aquí era un jugador con muchísimo fútbol y muchísimos goles. Era una de las estrellas nacionales de la Liga, así que la comparación con Rufete me sigue pareciendo absolutamente escandalosa: Rufete nunca tuvo el "pico" de rendimiento que dio Lardin en sus dos temporadas inmediatamente anteriores a su llegada aquí (metiendo casi 30 goles sólo en Liga, cifra que no está nada mal para un hombre de banda) y en sus comienzos como rojiblanco. Justo, justo, justo hasta que se mete la hostia con el coche... Podrías haberlo comparado con muchísimos jugadores que parecían algo pero luego fueron un bluff (que es como entiendo que veías a Lardín y que es lo que me parece que quieres dar a entender, perdón si me equivoco), como el Kosecki que vino de Osasuna, el Javi Moreno que llegó a ser Pichichi con el Alavés o el Goikoetxea que llegó también de Osasuna al Barcelona que tuvo un año que fue el mejor de la Liga y luego demostró ser un jugador con unas limitaciones tremendas. Pero comparármelo con Rufete...
De todas formas, podremos discutir si fue tan bueno como yo lo pinto o si simplemente era "un buen jugador de equipo de media tabla", como lo defines tú. Pero sea como fuere, convendrás conmigo que lo de su caso NO ES NORMAL, pero en absoluto. No puede ser normal que a un tipo de repente se le olvide jugar al fútbol y pase de ser, en el peor de los casos, un jugador de equipo de media tabla -como tú le has definido- a no valer ni para la Segunda B. Lo dicho: un auténtico Expediente X. Como lo del caso Reyes: cómo un tipo con sus condiciones y con lo que demostró en el Sevilla y en su primera época en el Arsenal puede arrastrarse de la manera que lo ha hecho la temporada pasada. Un saludo.