Supongo que alguien le asesoraría. No sé si le siguen llevando los mismos que cuando estaba aquí ni, sobre todo, si la capacidad de decisión del propio Torres y de sus asesores es absoluta. Quizás no; porque no puedo hablar del Liverpool como si le conociese de toda la vida; pero sí tiene toda la pinta de ser el típico Club que cuida hasta los más mínimos detalles y en los que la libertad de acción de un jugador está, por lo tanto, limitadísima.
Lo del otro día no fue ninguna novedad. Ya se tomó, cuando se jugó el partido del Calderón, la decisión de que no viajase a Madrid con el equipo, de que no estuviese en el palco, de que se aplazase la famosa entrega de la medalla y de que, por lo tanto, Torres no asumiera ningún protagonismo.
Opino que no es casualidad, ni algo espontáneo, lo que ocurrió en Anfield. Creo que forma parte de una estrategia, y de una decisión que se toma, desde el preciso momento en que se lesiona. Incluso me temo que diferentes imágenes que vimos en la tele, desde varios días antes, demuestran claramente que estaba para jugar el otro día. Tengo bastante claro que alguien decide que no juegue, y que lo hace a propósito.
Sin embargo, leyendo varios mensajes, muy especialmente los de Boys y Chinasky, estoy de acuerdo. Radicalmente de acuerdo. Precisamente por haber paseado un par de días por Liverpool; todos tenemos muy claro que ese Club no sólo no esconde, sino que explota, el pasado rojiblanco de Fernando. El cartel y el programa oficial son muy claritos: Fernando con ambas camisetas, la frase "Nacido en Madrid, amado en Liverpool", el buen rollito entre aficionados ... en fin, todo lo que ha rodeado estos partidos, me ha parecido muy incongruente con su desaparición pública: quienes estábamos en el campo, ni nos enteramos de que estaba y, teniendo en cuenta que a la mayoría de los aficionados se nos pastoreó y se nos metió en el campo una hora antes, es cierto que se perdieron al menos sesenta oportunidades consecutivas, tantas como minutos transcurridos, para que se produjese un encuentro que habría valido su peso en oro, y no habría hecho daño a nadie.
(...) Nosotros, que somos de Gárate, despreciamos el modelo actual de sociedad anónima deportiva basado única y exclusivamente en criterios mercantiles y cortoplacistas, en sacar el máximo rendimiento de lo que se tiene aunque esto se haga en claro menoscabo de la identidad del club, y de la afición, y del proyecto deportivo (...) "Nosotros, que somos de Gárate" - Carlos Fuentes - El Rojo y el Blanco