Por aportar en este intenso debate que nos toca el pecho.
Alguna vez discutí donde todos lo hacemos: en el bar; durante un buen rato: una/s cervezas; sobre "la estrategia esa", y quienes la diseñaban y la ponían en práctica. Y sin poder quitarle o quitarla, no se, LA RAZÓN, rechazaba su argumento sobre nuestra imagen atalibanada.
Y le replicaba que: durante esta travesía en el desierto, de años; donde todos veían oasis y nosotros espejismos, pajilleros; los pocos, en algunas cosas los únicos, eran esos que lo mismo te pintaban una casa, que una pancarta, que una cara. Y si no hubiera sido por ellos, probablemente le hubieran dado por culo a todo.
Porque ahora es evidente ver la magnitud de la obra de los Gil. Esa misma gráfica del desierto de la sin razón la dedujo un tal Ullastres en el 2003, que no le tengo por talibán, y que hasta repartió paskines? enfrente de Eldoblete. Le faltaba una década, pero era previsible proyectarla. Ya conocemos el techo, esperemos que el suelo sea el mismo, y que aún nos dé para evitar caer otra vez al mismo.
Es más, aunque todos andamos siempre transitando; y me revelo contra algunas formas de hacer las cosas, cada vez las comprendo más; sobre todo si uno tiene que fiar el resultado a la justicia, por lo menos, a la española que por lenta, garantista y aterciopelada es casi impropia de atléticos. Aunque a ella nos encomendamos.
Aguante Señales
Y si de algo sirve, para mi prole es la periodista de referencia...pero eso son otras artes.