Con post dedicado, que merece la pena.
Unas enormes risas dedicadas al político que con Aznar y Álvarez del Manzano y con la excusa de construir un fantasmagórico pabellón olímpico en la ciudad deportiva, convirtieron al Trampas en galáctico. Unas cuantas peinetas al alcalde al que le sobra el Calderón, el estadio de su rival, en su obra faraónica. Unas cuantas carcajadas para el personaje que nos catalogó como “el príncipe de los mendigos”, el mismo que se deshace en miradas tiernas a Cristiano Ronaldo, el que presenta un video promocional de la candidatura con su equipo y la ausencia del nuestro, el que se lleva al baulito como estandarte.
Soy madrileño, amo a mi ciudad y me gustará ver el impulso que para la ciudad implica una cita olímpica, además de disfrutar de las competiciones, pero desde luego, me alegro que todo esto no sea con este tiparraco antiatlético.
Saludos