Marca
El Sevilla se proclamó campeón de la Copa del Rey al derrotar al Atlético de Madrid por 0-2 gracias a los goles de Diego Capel y Jesús Navas. El Atleti fue mejor y tuvo las mejores ocasiones, pero la efectividad sevillista fue decisiva para lograr el quinto título copero de su historia
Forlán y Agüero, apagados. El Atleti echó en falta a sus dos mejores hombres. Con todas las ocasiones que tuvieron los rojiblancos, con un día más fino de ambos la cosa habría sido distinta.
El Mundo
El Atlético, cargado de optimismo por sus éxitos recientes, superó los envites del destino, se levantó tras las patadas y nunca se sintió inferior.
Y eso que el Sevilla hizo casi de todo para sacarle del partido. Primero, con las aceleraciones de Navas y Capel, por la derecha y por la izquierda. Luego, con una trepidante persecución sobre Agüero y Reyes, por lo civil y por lo criminal.
Y es que al Atlético pronto le quedó claro que aquello no era Hamburgo y enfrente había algo más que el Fulham.
Le pesó la mala noche de Agüero y Forlán, su pareja de ídolos. Domínguez, un títán ante el Fulham, resbaló dos veces antes del primer cuarto de hora. Como el tembloroso Perea, tan espléndido como de costumbre para regalar un gol en el minuto 25 a Squillaci.
Tiago trataba de encauzar la situación, pero no encontraba socios ni en Simao ni en Reyes, que apenas olisqueó alguna opción por la derecha. Aun así, se las ingenió el Atlético para poner en aprietos a Palop. De hecho, pudo empatar en el minuto 10 en una doble ocasión que sacó bajo palos Squillaci. Y rondó el empate en el cierre del primer acto, con un remate pifiado de Forlán, una gran mano de Palop también ante el Cacha y un cabezazo fuera de Agüero con toda la portería para sí.
La voz de galicia
El conjunto rojiblanco creó su mayor peligro gracias a las acciones de Agüero, su jugador más desequilibrante. Y Andrés Palop se tuvo que emplear a fondo en un disparo de Diego Forlán. Quizá el Atlético de Madrid mereció algo más que irse con derrota al descanso, sobre todo porque la única ocasión del Sevilla fue la del gol, quitando un error de Perea que casi aprovecha Squillaci.
El Mundo Deportivo
El Atlético ha golpeado a las puertas del Sevilla una y otra vez. Forlán ha descargado buena parte de su arsenal de pólvora en el primer tiempo. Hasta en tres ocasiones ha estado cerca el ya legendario uruguayo de perforar el marco sevillista. Simao también lo ha intentado y todo el 'Atleti' se ha volcado sobre la meta del equipo andaluz, que había elegido recostarse sobre el temprano gol del 1-0.
ABC
Tuvo tres, cuatro, cinco ocasiones los rojiblancos, pero sin encontrar red, salvados los andaluces a veces en la misma raya de gol, agazapados en la arreona madrileña que estuvo a punto de empatar el encuentro tal y como mereció su valiente ofensiva con todo lo que tenía. Pero el Atlético encontró poco a sus figuras: Reyes, irregular; Simao, incandescente, y tapados Agüero y Forlán por el movimiento estudiado de los dos franceses del centro de la zaga hispalense.
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Seguramente el culpable de lo de la Final de la Copa fue Tiago. Y se jugó fatal.
Sigo sin entender cómo se pudo doblegar al Barcelona y al Valencia con un equipo de mariconas. De esos partidos se habla poco. Más que nada porque solemos hacer el ridículo contra ellos, con otros en el campo. Ah, pero es que luego perdemos con el Almería y por eso Tiago es muy malo y el sistema/alineación se ha de cambiar porque de lo que se trata es de que el quipo gane a equipos como el Almería, como ha pasado en las anteriores temporadas, que nos paseábamos con estos equipos desplegando un fútbol memorable y fluido. Que lerdo es este QSF.