La chatarrería, a tope. No queda en ella ya nada más que un hueco: el de Agüero, y apuesto a que, en semanas, también será achatarrado. Excepcional contribución del nuevo encargado, que ha mejorado lo que parecía inmejorable. Me imagino a los dueños plenamente satisfechos de cómo va el negocio.
Sólo con oír la alineación, mientras paseaba al perro a eso de las 6,30, ya sabía lo que me esperaba (Valera y Perea en el flanco derecho; Juradín de "condustor" de juego; erer que erre con Simao+Reyes; y Forlán, tocado, titular). A las 9, plena y lamentablemente cumplidas las expectativas. Si la bolsa fuese tan fácil de predecir, habría que cerrarla.
No voy a abundar en lo que todos hemos visto y previsto. Sólo quiero comentar, pues, un par de cosas generales y tres particulares.
Si no opta el míster por poblar un poquito el centro del campo, hay serio riesgo de descenso. Juradito aparte, no se puede seguir alineando a Simao y Reyes juntos. Son dos calamidades físicas, por lo que ni desbordan a nadie, aportando cero en ataque, ni son capaces de contribuir a cerrar el centro del campo. Más que partido, con ambos el equipo queda demolido.
Se queja el míster de que se han encajado dos goles casi idénticos en su confección: saque de banda a favor, pérdida absurda y equipo posicionalmente en pelotas. Yo me pregunto, ¿no ve lógico que tales cosas ocurran, cuando el posicionamiento y disposición de los futbolistas que entrena es cada día peor, y jamás encuentran una solución sencilla cuando tienen el balón en sus pies? Queda muy ingeniosa lo de entrenar la defensa de los saques de banda a favor, viniendo a decir que no es su culpa, sino que los jugadores no saben y/o no están. Pero lo que no resulta tan ingenioso es que, salga quien salga al campo, jamás ves un posicionamiento ni un movimiento que se asemeje al de un equipo de fútbol de Primera División.
Assunçao, siendo como es, junto al Kun, lo mejor de este equipo, hoy por hoy, no tiene disculpa para lo de sus expulsiones. Como tampoco lo es su conocida "soledad". No puedes perder un balón como el que origina su primera tarjeta, por su frecuente obcecación en salir con el balón al pie en posiciones de riesgo. Luego se frustra y ¡zas!, patada estúpida más tarjeta. Pero, a los 10 minutos, sabiendo lo que hay, otra entrada espectacular, que sabe que le va a significar la expulsión. Son demasiadas veces la misma canción.
Forlán sigue sin estar. Jugó bien en Pucela y con el Sporting, pero ayer, de nuevo horrendo, y encima de bronca continua con los compañeros. Creo que necesita un descanso; para recuperarse bien y meditar. Pero con las urgencias de este equipo, será imposible, de manera que seguirá autodestruyéndose, y con ello contribuyendo a nuestro progresivo hundimiento.
Lo de Reyes es repelente. No intenta irse de un rival jamás. Si puede, busca la falta, y si no, acaba su intervención con algo tan absurdo como su físico. Lo curioso del caso es que este chalao caradura se ha ganado el respeto de la afición con unas cuantas carreritas y tres detalles, mientras que a otros los machacan sin piedad cuando hacen más cosas de futbolista en un día que él en 6 meses.