Pues ahora que los partido homenaje ya no tienen mucho sentido,- ni se dan las condiciones ni los jugadores están los años precisos-, estos sucedáneos se agradecen. Y si el homenajeado es capaz de aguantar las lágrimas (más que nada como muestra de respeto a los seguidores de su nuevo equipo) pues mejor que mejor.
Y dicho lo cual, gracias a Mario, por sus buenos partidos, por ser un tío majete y por ser del Atleti. ¡Qué le vaya muy bien en la Fiore! y me voy corriendo al hilo de la plantilla, que está apasionante
Saludos