Chinasky: chele: un club decente hubiera sido no haber vendido nunca a De Gea.
Eso es cierto, pero también es cierto que hay casos en los que hacen lo que sea para vender a un futbolista, en éste, el propio futbolista estaba loco por la música de salir de aquí lo antes posible. Que los golfos sean unos golfos no exime al resto. Dentro de su golfería hay jugadores que han llegado y se han ido como caballeros y otros que lo han hecho como ratas. Éste no es que sea la rata, y se le ha perdonado más por ser de la cantera, pero tardó poco en coger las maletas. Eso sí, nos dejo una cartita. Qué majete!!!
La salida de De Gea, fué una combinación de varias cosas: su poco humilde personalidad la primera; el planteamiento vital con su novia también; la oferta del MU y su interés decidido sumo otro montón.
Pero luego está lo que hizo y no hizo el Atleti: no afrontó el saber que tenía un portero de época en las manos y que retenerlo era una apuesta, una declaración de intenciones y una bandera de enganche para otros jugadores y canteranos (ahora con Simeone sería el no va más); no tuvo la decisión de negociar con los argumentos oportunos para quedárselo; se mantuvo en una oferta más que superada en todos los aspectos por la del MU. Zanjó un conato de personalidad (quizás no muy adecuada por altanera) en el vestuario, que ya se había demostrado con la negativa a irse cedido cuando Pitarch lo intentó.Y además le vino muy bien el dinero del MU, y las comisiones oportunas para los intervinientes.
De Gea se marchó algo tocadete: sus gestos, fotos, cartas y demás fueron su reafirmación en lo bueno y acertado de su decisión, pero no eran necesarios; cuando se hacen esas cosas es que necesitas escenificar la decisión y eso es que algo duele. Si te vas contento, no haces tantas gilipolleces. Y prueba de sus dudas y contradiciones, pueden ser sus problemas de adaptación (parte de ellos, pero fueron demasiados para un lanzado como es él).
Yo creo que vimos en el Calderón a un portero de ensueño, gustara más o menos por unas u otras cosas, pero dejó detalles que todavía me ponen los pelos de punta: el primer penalti que paró saliendo del banquillo, algún balón que fué fuera, sin siquiera moverse del sitio y corrigiendo al defensa mientras el balón aún no había sobrepasado su poste derecho, algún blocaje a dos manos con el otro equipo volcado y un pifostio entre defensas y atacantes de mil narices, que quedó a cero grados mientras con la pelota en las manos, depacio, sin sangre aparentemente, mira como si no hubiera hecho nada, hacia el compañero al que le iba a sacar el balón mientras le pedía que se moviera: no se movía ni la bandera del linier. Todo lo hacía con sencillez, sin pulso, con la misma emoción de un halcón con una presa atrapada después de caer en picado cien metros. Con pocos porteros, cada vez que nos pitaban un penalti en contra, no he pensado en como remediar el asunto después de que lo metieran; con De Gea, pensaba "a ver que hace". Y encima llevaba lentillas. Si por mi hubiera sido, la porteria del Atleti en estos momentos era suya al precio que fuere. Su salida solo es comparable a la de Torres en su dia (salvando muchos e importantes detalles), desde una óptica deportiva: el Atleti vendió al delantero centro de la selección española en la época en que consiguió trofeos (y alguno con sus goles), y al portero de la selección en cuanto Casillas ceda un poco o De Gea acabé de gustarse tanto y una al talento un poco más de esfuerzo.
En fin, que está claro que me gustaba De Gea y le considero un grandísimo portero, que en el Atleti, de cuya alma tomó una parte, en el Calderón, habría hecho leyenda por que era el mejor sitio para sublimar sus cualidades; el tio en el Atleti, se sentía capaz de parar hasta las balas.
Un saludo
El fútbol es un sentimiento que se lleva muy adentro...y se concreta en el Atlético de Madrid.