En estas cosas del furgo, como no solo son matemáticas (que también), ni física (que sí), ni química (sobre todo), ni depende de gremios (¿qué conio tendrá que ver aquí el oficio, Don Jesusez?), sino que es además, casi siempre, cuestión de corazón, de gustos, de sensaciones, de sensibilidad, de sensatez, de vibraciones, de ojo, experiencia y resultados, cabe hacer dos cosas: emperrarse en que uno es más listo que el otro y sabe más (pa usté la perra gorda y esa atención tan profunda, Jesusez), o esperar un poco de tiempo, y luego mirar atrás y revisar lo que pasó con los datos que dan la tranquila observación objetiva y el poso de la vida reposada.
Dedicándole una hora de tiempo a defender una cosa, aquí casi podemos convencernos todos a todos de cualquier cosa y de la contraria. O a ninguno, porque a veces eso depende más de la idea preconcebida que tengamos que de los argumentos que nos den (o quiten).
Pero en general, creo que la verdad futbolística existe -seguramente más que la vital-, aunque a veces cueste verla. Pero no es menos cierto que, aunque unos están equivocados y otros tengan razón, todo depende, al final, de que la mirada se ponga en un sitio o en otro: en el afecto o la crítica, el optimismo o el pesimismo, las ganas de sumar o la prevención y el miedo, por citar solo algunas.
Resumiendo; pa ustedes las carreras, el disparo con potencia (al muñeco), las jugadas que creó el solito, el balón jugado con oficio -gremio-, las no pérdidas escandalosas, el enseñar los dientes y otros lances heroicos, épicos, salvíficos: y pa mi que desde que salió el equipo apenas vio el balón, defendió peor, dejó sacar dos faltas sin estorbar, permitió dos remates de gol y jugó sin cabeza alguna, cuando lo que hacía falta no era correr para delante como un descosido sino combinar más, forzar faltas cerca del área rival, tenerla, irse al córner, combinar, sacar el equipo entero a medio campo, en una palabra sudar menos y pensar más.
Pero, en todo caso, es un placer debatir con gente inteligente, sean del gremio que sean, inclusive el de Portoalegre.
"¿Pupas? No sé lo que es eso. Estuve aquí cinco años y gané Copa, Campeonato, Europa League y Supercopa de Europa. No sé lo que es".