Doggy: Está para jugar la Copa y gracias.
Y tanto que gracias. Merecerlo, no lo merece. Vietto se aproxima a lo que se espera de él, a lo que fue en Argentina y en el Villarreal, pero además a él sí se le ha visto ganas desde el principio, y que el físico no le daba, truncada la progresión, además, por la apendicitis, pero se le ha visto crecer, y lo que es más importante, preocupado por aprender el sistema, por saber cuándo presionar y dónde (no tiene nada que ver la presión que empieza a hacer ahora que la que hacía al principio de temporada). Los movimientos entre líneas, la caida a los costados y el toque y la visión los tiene de serie, pero la implicación se ve en cómo intenta aprender lo que le falta para jugar en este equipo, (como le ocurrio a Griezman para llegar a ser lo que es hoy).
Pero al otro yo no le veo progresar por ningún lado. Que vale que estás tocado y no puedes rendir, que vale que no llegas a los balones ni a empujarlos, pero es que del sistema sabe lo mismo que cuando llegó, nada. Deambula, defiende con la mirada, se pega carreras absurdas de presión (generalmente por detrás del jugador contrario que tiene el balón, algo que en este sistema no vale de nada, y que además suelen terminar en faltas groseras), y cuando toca presionar porque los interiores fuerzan a los costados el mira indolente o da tres pasitos de "ya he cumplido", que es aún peor. Pero es que si baja al medio campo o a la defensa a defender ya es de risa, porque lo único que hace es entorpecer porque no conoce ni un sólo movimiento de salida en presión del equipo y estorba.
Y luego está la lucha de las pelotas dividas por alto. Que un tipo de su embergadura y corpulencia no percuta prácticamente nunca, y que pierda 9 de cada 10 balones con los defensas, en muchos casos más pequeños que él, es para que se lo haga mirar.
A mí que no meta goles no me diría demasiado, aunque un 9 debe meterlos, pero es todo lo demás lo que me hace ser altamente pesimista. Mandzu en la primera vuelta metía goles y luego se atasco, pero es que en tres partidos sabía lo que hay que saber de lo que el Cholo espera de un 9 de este equipo en la presión, y conocía todos los movimientos. Villa, infinitamente más mermado físicamente, era un clinic constante en ese aspecto. No tiene excusa alguna.