Me gustó muchísimo el partido de España. PARTIDAZO. No
solo plantamos cara, estuvimos muy cerca de llevarnos el partido o, cuanto
menos, de sacar un punto bonus defensivo (para el torneo anual). Sólo fuimos superados
en melé (ampliamente, como se suponía), logrando equilibrar el resto del juego.
Las estadísticas me desmentirán, pero se jugó mucho más en campo de los lelos, llegando a encerrarles muchos
minutos, infinidad de fases, en su 22. En el debe, si acaso, la falta de
profundidad en ataque y los fallos en el remate,
bien por malos pases, bien por fallos de manos.
Comenzamos muy bien el partido, y a los tres minutos ya
mandábamos tras un golpe de castigo pasado por Brad Linklater. Se repusieron
inmediatamente los georgianos, pero no lograron puntos tras fallar Kvrikashvili
un golpe relativamente fácil. Nuestra melé era barrida y castigada golpe tras
golpe. Su zaguero no falló un nuevo golpe en el ecuador de esta primera parte.
Tras un par de golpes lanzados a touche en lugar de intentar la transformación,
Kalo Kalo Gavidi (enorme todo el partido) consiguió nuestro ensayo en un
resquicio que sólo el vio. La patada de Linklater puso el 10-3 con el que se
llegó al intermedio.
Los georgianos habían dado señales de clara
desesperación, pues no conseguían imponerse. Sabedores de que sólo podrían ganar el partido,
decidieron ir a lo fácil y Tkhilaishvili, primero, y Matiashvili, después,
pusieron a Georgia por delante antes de la hora de encuentro. Ambos ensayos
fueron transformador por Kvrikashvili. España, no obstante, estaba a tiro de
ensayo convertido, 10-17, y veinte minutos por jugar. Y lo intentó con todas
sus fuerzas, pero por muy poco no se lograron materializar dos superioridades
bastante factibles. Georgia solo salió una vez de su campo y fue para matar el
partido con un golpe convertido por Kvrikashvili. Y así nos quedamos sin el
premio que merecíamos de, mínimo, un punto bonus. 10-20.
Alineación: Fernando
López, Steve Barnes, Alberto Blanco; Kalo Kalo Gavidi, Víctor Sánchez; Iñaki Villanueva, Javier Canosa, Gautier Gibouin (C); Sébastien Rouet, Mathieu Bélie; Jordi Jorba, Thibaut Álvarez, Dan Snee, Federico Castiglioni, Brad Linklater.
También jugaron: Beñat
Auzqui, Francisco Blanco, Jon Zabala, Lucas Guillaume, Matt Foulds; Juan Ramos, Álvar Gimeno, Gauthier Minguillon.
Me gustó muchísimo ver un campo abarrotado (7.000 espectadores
en Medina del Campo) y un césped decente. Con todo el dolor de mi corazón, si
queremos evolucionar no podemos seguir jugando en el Central.
Y el próximo sábado, 14:00, tenemos un partido que cobra
una importancia trascendental. El partido de nuestras vidas. El todo o nada. Si
ganamos, seguiremos en la lucha por la clasificación mundialista. Si perdemos, ….
No vamos a perder. VENCEREMOS.
Saludos cordiales.
Algún día volverán las barbacoas en nombre de Dios; rezad lo que sepáis, porque yo seré el Inquisidor.