Del partido poco ahí que decir, la verdad, el equipo sigue en la línea correcta de juego y actitud y lo único que se le puede achacar es que dentro del juego combinativo haya alguien que sepa cuando hay que dejarlo para tirar a portería, pero creo que lo más relevante es lo buena presión que se ejerce a la salida de balón del contrario, y el buen juego combinativo asociado además buenas entradas por las bandas.
En el planto individual además del excelente estado de forma de Hermoso, Llorente, Nahuel, el francés o Koke se le debe sumar en los últimos partidos Carrasco y De Paul, aunque sigan alternando partidos muy buenos con otros desesperantes.
¿La experiencia en el campo?, pues creo que la puedo dividir en dos partes, una desde un punto de vista práctico, ya que es un campo cómodo, con espacios comunes amplios, que está muy bien, y en general como digo confortable y con una buena visión del juego teniendo en cuenta que nosotros estábamos bastante arriba en un lateral. ¿Del lado sentimental y ambiental?, pues que voy a decir, morriña absoluta. Quizás algunas de estas sensaciones se vayan pasandon según vas yendo a ver partidos, pero me parece un campo frio y con poca alma, pero reconozco que yo soy un nostálgico de no se qué. Los laterales no han sido nunca los puntos más calientes de los estadios, es donde van los aficionados menos habituales y algunos de los equipos contrarios, pero el ambiente era como distante, incluso en el fondo sur a pesar de los intentos del Frente.
Una cosa que si me llama la atención es la sonoridad, quizás también es que yo no estoy acostumbrado, pero me parece que al haber intentado hacer un campo donde los cánticos se oigan más, estos parecen como enlatados, como si no fueran originales. Ya dije que estuve con el Rayo Majadahonda donde éramos unos 6000 en total y recuerdo lo bien que se oían a los del Oviedo que estaba en la parte alta, pero también recuerdo mirar de donde venían unos gritos bastante potentes y ver que eran ni cien chavales del Rayo haciendo como un grupo que se oían como si fueran mil.
Al final aparcamos en el metro de San Blas, merece la pena, y puedes ir andando al campo, hay como 25 minutos. A la ida fuimos en metro porque llegábamos un poco justos, pero a la vuelta la policía tuvo que cerrar el acceso al metro en el Metropolitano porque se había colapsado y nos volvimos andando, tampoco es mucho.