El 4-2-4 vale a Marcelino para dominar habitualmente en el total del encuentro y a Aguirre para ser dominado salvo en los 20 primeros minutos.
Dispone el mejicano de once jugadores claramente superiores. Salvo posible y discutiblemente en el puesto de central, lo mejor del Racing para mí. Por cierto, Garay y Oriol comentieron sendos fallos sin consecuencias en el segundo tiempo frente a Atlethic, similares al de Pablo que costó el primero frente a Trampas.
Abbiati - Coltorti
Pinillos - Perea
Pablo - Garay
Eller - Oriol
R García - Colsa
Motta - Duscher
Maxi - J López
Kun - Munitis o Tchité
Forlán - Smolarek
Simao - Oscar Serrano.
Mismo sistema y consecuencias antagónicas: dominador y dominado, pese a un once superior de este último. Saber o no saber, no es otra la cuestión.
Decisivas dos diferencias técnicas: 1) Caracteristicas físicas del duo de medios 2) Ubicación del bloque y automatismo en sus movimientos.
1) Motta y Raul García, muy superiores técnicamente, poseen inferior capacidad de regreso a la posición cuando el contrario recupera. Reposicionarse supone para los nuestros, menos rapidos, correr a su ritmo de sprint; para los racinguistas hacerlo a su ritmo de fondo. Son las carreras a tope las que desfondan. Dudo que Marcelino hiciese jugar a nuestro equipo con los dos únicos medios citados.
2) Contrastan los automáticos movimientos defensa - ataque del bloque de Marcelino,- que no se consiguen con el Fut-Volley -, con los improvisados de los de Aguirre. Por otra parte nuestra distancia entre lineas es siempre mayor que la que de Racing o cualquier otro equipo. Otra injustificable razón para que nuestros medios trabajen, infructuosamente, más que los contrarios.
No por ser unos físicamente "matados" y sí por el añadido esfuerzo realizado, nuestros medios se repliegan para cerrar el espacio, en vez de hacerlo los defensa adelantandose. El hueco, ahora entre media y vanguardia, lo cubren los delanteros retrasandose y agotandose corriendo tras los contrarios. Tambien corriendo tras los pelotazos inalcanzables que manda una defensa con las vias de pase tapadas por el total repliegue.
La defensa no se desgasta físicamente. Se derrumba psíquicamente sometida a una presión exagerada. No extraña que jugador como Pernia tenga tan desaforadas reacciones que, en tal medida y habitualidad, no manifestó en equipos anteriores.
Un simple adelantamiento del bloque disminuiría agobios, cansancio y aumentaria posesión. Supone eso para el mejicano un aparente, que no real, riesgo. Impensable en él asumirlo. Huye hacia delante, y cuando el partido está perdido.
Tanto como detesto a nuestros apandadores y peseteros mandatarios, admiro a los que han tenido la visión de contratar a un técnico capaz de convertir a un jugador vulgar como Colsa en pieza imprescindible de su sistema .
Tan imprescindibles como sistemáticos saludos.
Ramón.