En mi anterior mensaje mencioné a Pernía y a Galletti, comentando que: "Sin salir del Atleti, y sin salir tampoco de los últimos tiempos, me parece tan impepinable el "plus" de Chinasky, que pongo dos ejemplos extremos: Pernía y Galletti. Probablemente, y exceptuando a algún otro como aquél Villarreal, no hemos tenido en la vida dos argentinos tan poco dotados técnicamente, tan poco futbolistas, tan desesperantes con un balón en los pies."
Quería decir con ello que incluso los peores argentinos, son capaces de tener una carrera y una trayectoria. Por tradición, por mentalidad, por un especial concepto del amor propio y por todas esas razones que han escrito otros en este hilo, el futbolista argentino es especial.
Pernía y Galletti son dos paquetes (por lo demostrado aquí) o dos jugadores del montón (por lo que han hecho en otros lugares). Eran sólo un ejemplo; porque sus correspondientes españoles, con esas características, no pasan de 2ª B. Ellos, en cambio, son internacionales.
Además, ni siquiera un ataque de orgullo patrio, digo yo, nos debería impedir reconocer de dónde salió el sobrenombre "Atlético de Buenos Aires" por el que se nos conoció durante los Setenta.
Tengo clarísimo que jugadores de la especie, idiosincrasia, carácter, competitividad y capacidad de liderazgo de Griffa, Ovejero, Heredia, Ayala, Simeone o Maxi; no podrían haber nacido en otro lugar que en Argentina. Desde luego en Murcia, ni de coña. Y llegar a la altura de unos Agüero y Messi a su edad, sólo es posible en Argentina.
Ha sido así siempre; supongo que siempre lo será y, como a nosotros precisamente nos ha ido tan bien con ellos, ni siquiera me apunto a la teoría de los once españoles canteranos. Pues no. ¿Por qué?. Siempre me he sentido muy orgulloso de mi Club y, en todos y cada uno de nuestros Campeonatos, ha habido al menos un argentino arrimando el hombro, dejándose los huevos, dignificando y glorificando mi camiseta.
Los mejores de entre nosotros cuando éramos buenos; de Luis a Gárate, de Calleja a Rivilla (Calleja en el Foro Gaudeamus, por ejemplo), siempre reconocieron que Griffa les enseñó a ser grandes y a competir.
Pues eso.
(...) Nosotros, que somos de Gárate, despreciamos el modelo actual de sociedad anónima deportiva basado única y exclusivamente en criterios mercantiles y cortoplacistas, en sacar el máximo rendimiento de lo que se tiene aunque esto se haga en claro menoscabo de la identidad del club, y de la afición, y del proyecto deportivo (...) "Nosotros, que somos de Gárate" - Carlos Fuentes - El Rojo y el Blanco