Y mi postura, y estoy seguro que la de muchos otros, no tiene nada que ver con la selección. Yo con la selección de basket, la de balonmano, la de waterpolo y la de fútbol sala (sobre todo con estas cuatro, que son los deportes que me ponen más después del fútbol), pero con todos los deportes, con tipos que no conocía de nada en las Olimpiadas, si tengo tiempo me gusta prácticamente cualquier deporte, me he pillado unas alegrías y unos cabreos de la hostia, sí siento pertenencia, sí me hacen sentir.
La de fútbol me deja frío, ni me emociona especialmente cuando gana, ni me deja jodido cuando pierde, y muchas veces me saca la sonrisa, no lo voy a negar. Viene ya del Mundial del 82, entonces sí sentía la selección de fútbol como cualquier otra, pero desde entonces, me la pela.
Sólo he cantado de verdad los goles de la Euro de Luis.