Gil Marín cobró el triple que el Kun Agüero
Por pcuenca
Creado 2009-10-21 08:43
LA
GACETA está en situación de revelar que el mandamás colchonero se
autoimpuso una prima de 400.000 euros por que el equipo lograra, al
fin, el objetivo europeo, a los que hay que añadir los 600.000 euros
que percibe anualmente por acercar al club un poco más a la ruina cada
año que pasa.
Según afirma el presidente de la asociación Señales de Humo, José
Luis Sánchez Ayuso, el sueldo anual de Gil Marín “es de 100 millones de
las antiguas pesetas”. No es difícil imaginar la sorpresa de las
plataformas de oposición a los propietarios del club al descubrir en
las cuentas oficiales que había miembros del Consejo de Administración
que habían llegado a cobrar un millón de euros durante el exitoso
ejercicio 2007-2008. “El propio Miguel Ángel —Gil Marín— nos indicó que
los 400.000 euros restantes correspondían a una prima por haber
clasificado al equipo para la Liga de Campeones”, añade Sánchez Ayuso.
Según testigos presenciales de la escena, esta aseveración tuvo “un
punto de improvisación y duda”.
EL EUFEMISMO DE LA DEUDA NETA
Conviene precisar que, pese al jugoso premio deportivo embolsado por
el principal, y único de facto, gestor de la entidad colchonera, los
últimos balances del conjunto rojiblanco señalan que, bajo la
administración de Gil Marín, el Atlético aumenta su deuda “a una media
de 50 millones de euros por ejercicio”, según reconoce el que fuera
vicepresidente económico del Atlético hasta hace un mes, Fernando
García Abásolo. Desde la zona noble del estadio Vicente Calderón se
reconoce una deuda neta de 170 millones de euros, mientras que el
responsable económico saliente no se sonroja por doblar esa estimación.
Traducido el eufemismo financiero obtendríamos que, tras vender el
club todos sus activos, véase estadio, propiedades y jugadores, por un
precio de mercado razonable —bastante inflado, incluso— el agujero
negro en las arcas rojiblancas aún superaría los 300 millones de euros.
Estas cifras fueron confirmadas de forma implícita hace cuatro días por
el propio Abásolo, quien, no obstante, admite “no haber visto el
contrato de Miguel Ángel (Gil Marín), una buena persona y un pésimo
gestor”. Y agrega: “Nadie ha visto ese contrato. El consejero delegado
hace todo de forma unilateral y éste es uno de los motivos por los que
he abandonado el club”.
Este diario ha tenido acceso a las cuentas oficiales del Club
Atlético de Madrid S.A.D. pertenecientes al ejercicio 2007-2008, en las
que se detallan los emolumentos de algunos miembros del Consejo de
Administración, sin especificar que el millón publicado fue atrapado
por el principal administrador de la entidad —ver documento bajo estas
líneas—. La clave para derribar la ingeniería financiera del informe se
encuentra en la capitulación de Gil Marín ante los opositores de
Señales de Humo antes descrita. En el citado balance de situación
económica se incluye que el capítulo de primas le supuso al club nada
menos que 12 millones de euros, repartidos entre los logros
conquistados en todas las competiciones.
Paradójicamente, pese a que el gran objetivo de la temporada era la
clasificación para la Liga de Campeones —la mera participación asegura
20 millones de euros—, sólo el 25% de las primas fueron a parar a
bolsillos de los futbolistas por esta gesta. Fuentes del área económica
de la entidad consultadas por LA GACETA cifran el premio por
clasificarse para la máxima competición continental en una cantidad que
oscila entre “tres y cuatro millones de euros”. Es preciso añadir que
los cuerpos técnico y sanitario, responsables directos del éxito
deportivo, no tomaron parte en este festín monetario. Dividida el
regalo entre los 25 integrantes de la plantilla, resulta una prima de
140.000 euros para cada jugador, por lo que Gil Marín se embolsó
aproximadamente el triple que el argentino Sergio Kun Agüero (20 goles
en 37 partidos, además de los trofeos Antonio Puerta, GQ y Agencia Efe
al mejor futbolista suramericano del año), el uruguayo Diego Forlán (16
tantos en 30 encuentros el año de su debut con la elástica rojiblanca)
o el portugués Simao Sabrosa (en su momento el fichaje más caro en la
historia del Atlético) por conseguir ese hito deportivo sin haber
pisado el césped más que para tratar de motivar al vestuario.
A modo de razonamiento deductivo, conviene reseñar que donde
realmente hay que juzgar la gestión de Gil Marín no es en el verde del
campo, sino en la moqueta de los despachos. Y en este sentido, su labor
al frente de la nave rojiblanca no arroja datos muy halagüeños. Lejos
de cerrar el ejercicio, el Atlético pierde dinero a un ritmo de unos 50
millones al año para completar una deuda neta cifrada por el consejero
delegado en unos 170 millones de euros, cifra que asciende hasta los
900 millones, en concepto de “pasivo exigible”, si sale de boca de la
oposición liderada por la asociación Señales de Humo.
Así las cosas, desde el departamento financiero del Atlético de
Madrid se considera que el Consejo de Administración debería hacer un
esfuerzo y ser más generoso a la hora de fijar los premios por
objetivos, ya que estos mantienen alta la motivación de los jugadores.
“Las primas miden el nivel de exigencia de un equipo. Si comparamos los
entre tres y cuatro millones de euros que se repartieron entre los 25
miembros de la plantilla por clasificarse para la Liga de Campeones con
sus sueldos, descubriremos que el nivel de exigencia en este club, el
tercero de España por historia y presupuesto, es muy bajo. Y esto lo he
denunciado yo hasta la saciedad”, indica Abásolo.
SESENTA MILLONES EN SALARIOS
No es osado señalar, con las cifras en la mano, que los 140.000
euros de prima Champions que se embolsó cada jugador se descubren como
una cifra un tanto ridícula al cotejarla con el salario de los pesos
pesados del equipo, que llegan, en algunos casos, a superar los cinco
millones de euros. Concretamente, la masa salarial de la plantilla
deportiva rojiblanca ascendió en este penúltimo ejercicio a 59,5
millones de euros.
Si bien en la 2007-08 mejoró en ingresos por las retransmisiones
televisivas, publicidad y abonos, las deudas son mucho más abultadas.
En el capítulo de “Acreedores a corto plazo” aparecen abultados pufos
como los 44,5 millones que se deben a diversas entidades de crédito. A
ello hay que añadir los 67,8 millones que se adeudan a distintos
acreedores comerciales, apartado en el que se incluyen sumas por
compras o prestación de servicios (diez millones), compromisos con
representantes (16,4 millones) y con entidades deportivas (41).
No parece coherente, por tanto y por ética empresarial, que el
responsable económico se embolse más dinero por un logro deportivo que
los propios futbolistas. No merece la pena, por obvio y vergonzante,
mencionar a los utilleros, fisioterapeutas o técnicos que se quedaron
sin parte de la prima a la plantilla, y sin la gloria de las cámaras
por redentor consuelo. Parece obsceno, incluso, que Miguel Ángel Gil
Marín publique una carta clamando contra la conversión de los equipos
en Sociedades Anónimas Deportivas y pataleando ante el vecino Real
Madrid, pues, según denuncia Señales de Humo, “la familia Gil fue la
principal interesada en esta conversión para poder, de esta forma,
quedarse con el club”. Tiempo habrá, no obstante, para desgranar la
estructura económica del club. Hoy nos conformamos con descubrir las
habilidades deportivas del primado Gil Marín. Continuará…
Entradilla:
El consejero delegado del club rojiblanco se autoconcedió una prima de
400.000 euros por alcanzar el objetivo europeo. El premio para la
plantilla ascendió a solamente 140.000 euros por cabeza.
Fuente:
Luis Rivas/Carlos Quirós
http://www.intereconomia.com/noticias/gil-marin-cobro-triple-que-kun-agueero