MÁS MADERA, MÁS MADERA....
El caso Kun Agüero aumenta el divorcio entre Gil-Marín y Enrique Cerezo
EcoDiario.es | 26/01/2011 - 12:51
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Gil-Marín y Enrique Cerezo en una imagen de archivo
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El
caso del Kun Agüero y el interés del Real Madrid por ficharlo (interés
confirmado por Miguel Ángel Gil Marín, consejero delegado del club) es
el último capítulo de un divorcio evidente. Las relaciones dentro del
Atlético de Madrid el propio Gil Marín y Enrique Cerezo, presidente de
la entidad, son de divorcio absoluto. Huele a tormenta en el Vicente
Calderón.
Tormenta
que se demostró cuando Enrique Cerezo, visiblemente enfadado, intentaba
despejar balones fuera del lío en el que Jesús Gil Marín le había
metido. "Que no hay nada, que no intentéis calentar porque no hay nada", comentaba en la Cadena Cope. Su interlocutor le interrumpió.
"Perdone presidente, pero su superior lo ha confirmado: el Madrid
preguntó por Kun ayer". Cerezo tomó aire y respondió con energía: "Pues pregúntele a mi superior. Para qué me llamáis a mí entonces".
Cerezo y las operaciones a sus espaldas
Radiografía de lo que es la realidad rojiblanca. Desde la pasada temporada, Miguel Ángel Gil Marín es el que toma las responsabilidades de peso en la dirección de la nave rojiblanca
y el presidente, el que da la cara en cuestiones más institucionales.
Apenas un portavoz para nada autorizado. Operaciones como la del Kun lo
demuestran.
Cerezo no tenía idea de la oferta del vecino por su jugador estrella
al igual que no tenía ni idea de por qué se marchó Simao en el mercado
invernal rumbo al Besiktas.
Aquella operación no gustó a muchos atléticos porque el equipo perdió a uno de sus mejores jugadores a cambio de nada. Cerezo quería que se renovase al luso, pero Gil entendió que era mejor venderle ahora. Él no quería su continuidad.
De Gea y el Manchester United
El
caso De Gea y el Manchester United lo demuestra también. A mediados de
noviembre Jorge Mendes (representante de Mourinho o Cristiano entre
otros) se puso en contacto con el equipo de Old Trafford para
preguntarles por una posible intermediación en el traspaso del arquero.
Lo hizo autorizado por Gil Marín, con quien tiene una relación extraordinaria.
El asunto pilló también a pie cambiado a Enrique Cerezo que, como
ocurrió con el caso Simao o ahora con el caso Agüero, no tenía
conocimiento alguno de la operación.
Pese a ello, Cerezo dio la cara ante los medios de comunicación y
volvió a despejar balones no con apuros. Muchos de los periodistas que
le preguntan por el asunto le lanzan cuestiones que pillan en fuera de
juego al presidente atlético, algo que no le gusta y molesta en exceso.
El fantasma de la venta del club
Con
la mala racha del equipo como telón de fondo (Gil dio las explicaciones
del caso Kun tras una tensa charla con la plantilla) el caso podría
amenazar con explotar a final de temporada.
Los dos títulos de la pasada temporada aplacaron los gritos de los
aficionados pidiendo la venta del club. Ni doce meses después, el
fantasma de la dimisión vuelve a planear sobre las aguas del Manzanares.
Tiempos revueltos para un equipo que ha agotado sus éxitos al ritmo al que le han crecido los problemas.
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