A Ufarte lo suplió Briones, Jesús, en ese tramo final de la 87/88, luego de que se cargase a Menotti. La Bestia, digo. Todo ello le valió para hacer la limpia que hizo, cargándose a los "pesos pesados" de Calderón (y a ese maravilloso equipo de paso): Alemao al Nápoles, Salinas y Eusebio al Barcelona, y Landaburu, Ramos y Setién a picar piedra. Ya después, al poco, le tocaría el turno a Arteche, con Maguregui, creo. Por ahí se dice de Setién que si era raro porque le daba al ajedrez y porque era un tanto "carismático" con las mujeres. Razones de peso. A Arteche le cayó mierda igual por ser "zapatero ambulante". En las manos
de esta infame gentuza seguimos. Nunca olvidar. Perdonar menos. Los "peculiares", que los hay en todos los lados, eso. Un saludo para Clemente y Tomás (y Adelardo y...).
P. s. Iñako al menos le ha metido ciencia a la cosa, porque está uno de los gorigoris y de los fatuos golpes de pecho...